Dos días quedan para que el glamour de Hollywood inunde el auditorio del Kodak Theatre. Dos días nos quedan para pegarnos el madrugón y seguir via twitter (hace años que dejé de seguir la gala por televisión, los mismos que Canal + se hizo con los derechos de emisión), y comprobar cómo Hugo y The Artist se reparten el botín de la velada. Más cercano a la primera que a la segunda propuesta por un tema nostálgico, creo que Scorsese es un maestro y a Michel Hazanavicius todavía le queda una carrera por delante para demostrarlo, aguardo con enorme interés el premio a la Mejor película de habla no inglesa. Ojalá impere la cordura.
Pero hecho este paréntesis hollywoodiense, vamos a lo que vamos. 6:45h de la mañana (diríase que estoy practicando para la noche del domingo). A 5 votos de llegar a las 200 votaciones en la II edición de los Premios CineAsia. No sé qué decir, salvo agradeceros a todos vuestro entusiasmo que ha contagiado a todo el equipo. Eso sí, el recuento de las votaciones ha pasado de 1 hora a 3 horas… pero eso son gajes del oficio. A ver si algún día, la tecnología informática alcanza a eso de los votos
¿Y cómo van las cosas en las diferentes candidaturas? En esta ocasión nos referiremos a las candidaturas a los Bambús de Oro por países, para darle algo más de emoción al resto de apartados.
Lo de Japón tiene miga. Pocos eran los que apostaban por la nueva versión de Harakiri, menos cuando se conoció que Takashi Miike la había rodado en 3D y, sin embargo, un gran número de votaciones están apoyando este nuevo clásico contemporáneo. Un clásico al que se unen, como compañeros de viaje, el humor, la sensibilidad de un samurai sin espada que busca la sonrisa desesperada del auditorio al que provocará más de una lágrima, Scabbard Samurai. El retrato de la infancia que Kore-eda nos regala en Kiseki (un film que dedicó a su hija de cuatro años), junto al que Sono Sion dedica a la adolescencia de los desheredados en Japón que pudimos ver en el pasado Sitges, Himizu, y como contrapunto, el viaje de un anciano por reencontrarse con una familia de la que ha permanecido alejado, Haru’s Journey de Masahiro Kobayashi. Estas son las cuatro películas niponas mejor colocadas, a las que les siguen: Rebirth, Guilty of Romance, o The Last Ronin.
En Corea las cosas andan revueltas. Las películas más valoradas reflejan de una forma vívida ese enfrentamiento que mantiene en vilo al Norte y al Sur. De ahí que no sea extraño que el retrato que Na Hong-jin realiza acerca de la situación de los exiliados de Corea del Norte, tanto en la vecina del Sur como en China, en The Yellow Sea, encabece la lista de favoritas. Y films como The Front Line, quizá una de las aproximaciones más humanistas al tema de la Guerra de Corea que se han firmado en los últimos años, The Unjust, la corrupción política, judicial y social lanzada por Ryoo Seung-wan, o Poongsan (con guión de Kim Ki-duk), le sigan a corta distancia. Aunque también hay tiempo para dos clásicos: la comedia y el docudrama: Sunny, una de las películas más entrañables de la pasada temporada y Arirang, testamento autobiográfico con el que Kim Ki-duk ha vuelto a ser el que era, están muy bien colocadas.
7:23h de la mañana. Me toca dejar las actualizaciones por unos momentos. Por la tarde continuaremos el repaso a las candidaturas. No es un tema de suspense, ahí el mago era Alfred Hitchcock, yo simplemente soy un mal alumno. El tema es que nos aguardan dos reuniones, y toca prepararlas.
Nos vemos en unas horas, cineasiáticos. Quizá para entonces ya hayamos alcanzado las 200 votaciones.
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