Takashi Miike es un director que no necesita presentación. Sin duda, el realizador más loco e hiperactivo del panorama cinematográfico mundial: impredecible, iconoclasta, rompedor, inclasificable… A estas alturas ya no debería sorprendernos que, de vez en cuando, a nuestro hombre le dé por ponerse serio y responsable y se dedique a dirigir un chambara de lo más clásico. Hace un par de años ya lo hizo con el remake de 13 Asesinos (aunque se desmelenara en su último tercio final) y el año pasado se decidió a acometer un nuevo remake, en esta ocasión, del clásico de 1962 de Masaki Kobayashi. Hara-kiri demuestra que, cuando quiere, Miike sabe contener sus excesos y rodar en un estilo de lo más académico y reposado. Los que esperen, eso sí, otro festival de violencia como en 13 Asesinos que se busquen otra película ya que el tono que predomina aquí durante todo el metraje es más dramático y realista.
Si puede sorprender un Takashi Miike contenido, también puede resultar sorprendente la elección del encargado de componer la banda sonora, nada menos que el prestigioso Ryuichi Sakamoto. Compositor, músico, actor, Sakamoto ha desarrollado una larga carrera musical desde que formó parte del grupo de música electrónica, la Yellow Magic Orchestra, pasando posteriormente a componer música en solitario. Como autor de bandas sonoras se dio a conocer con Feliz Navidad, Mr. Lawrence (donde también aparecía como actor) aunque probablemente los trabajos que más prestigio le han dado hayan sido sus colaboraciones con el director italiano Bernardo Bertolucci, que incluso le valieron un Oscar por su trabajo para El Último Emperador. Desde entonces ha seguido componiendo, alternando trabajos en Occidente (Snake Eyes) como en su Japón natal (Tony Takitani), incluyendo una curiosa colaboración con Pedro Almodóvar en Tacones Lejanos. Sin dejar nunca de lado, eso sí, su carrera como músico pop más comercial. En mi opinión, Sakamoto siempre me ha parecido un excelente compositor, hábil para la melodía (además, con temas habitualmente muy retentivos) y dotado de una gran sensibilidad. Es por ello que tenía un gran interés en escuchar lo que había compuesto para lo último (o más bien penúltimo, o antepenúltimo) de Takashi Miike.
Y la verdad es que al escuchar el CD, me he encontrado con una composición de lo más interesante. Como era esperable, teniendo en cuenta la trama de la película, no hay nada de épica ni de acción en la música, sino más bien se trata de una composición pausada y dramática. Así, el tema central, que podemos escuchar en los títulos finales (corte 18, Harakiri Endroll) denota eso precisamente, pesadumbre. Sakamoto se vale de una modesta formación orquestal con protagonismo de las cuerdas y con ligeros toques de instrumentación japonesa, para conseguir su propósito de reflejar el dramatismo de la historia, de la venganza del protagonista, del drama de su familia, de la pérdida del honor de su yerno… El tema central reaparece en el disco en más ocasiones como por ejemplo en el corte número 11, Losing. Podemos decir que tonos musicales sombríos y atonales son los que dominan durante buena parte de los cortes del disco. En el corte 4, No Way Out, nos encontramos duras y afiladas notas de violín, para la dolorosa escena del seppuku. Unas percusiones reflejan el dolor de la muerte en el corte 10, God of Death… Pese a todo, también hay instantes más ligeros y optimistas, son los cortes en que, durante el largo flashback que es la película, se nos cuenta el pasado del protagonista y la formación de la familia, cortes 7, Fishing, 8, Private Elementary School, 9, Mother and Baby, en que Sakamoto nos presenta un motivo secundario más optimista y costumbrista con participación de oboe y piano.
En mi particular opinión, Sakamoto no decepciona y demuestra que continúa teniendo un talento excepcional para la melodía sabiendo pulsar siempre en la tecla perfecta de la emoción necesaria para cada escena. Tal vez Hara-kiri pueda resultar una escucha más antipática por su aire sombrío y dramático pero merece la pena darle una oportunidad a esta excelente música, del siempre excelente, me permito apuntillar, Ryuichi Sakamoto.
Puntuación: 8/10
Por nuestro colaborador Felipe Múgica