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Li Ruijun: El poeta de los tonos cálidos

30/06/2023

El 14 de julio se estrena El regreso de las golondrinas en España. Su director, Li Ruijun, es un nombre poco conocido en España, a pesar de que tiene a sus espaldas una carrera como director de más una década, presentando películas en festivales como Cannes, Venecia o Berlín. En este reportaje, repasamos una carrera poco conocida y que merece ser reivindicada. Probablemente El regreso de las golondrinas sea su obra magna y como tal, es el resultado de toda una carrera comprometida socialmente con su provincia natal, tanto su gente como sus increíbles paisajes.

Li Ruijun nace en 1983 en la provincia de Gansu, al centro/norte de la China, una región rural y muy árida. Durante su infancia ya empieza a interesarse por el arte y la pintura y finalmente decidirá estudiar Comunicación en la Universidad de Shanxi. Se graduará en 2003 y desde ese año hasta 2006 trabaja en cadenas de televisión como director y productor. En 2006 empieza a trabajar en la que se convertirá en su ópera prima: The Summer Solstice (2007). A pesar de su poco presupuesto, que en parte le obligó a trabajar como director, productor, guionista y editor, consiguió llegar a algunos festivales internacionales como el Festival de Róterdam. The Summer Solstice trata sobre un chico que intenta hacer una fortuna haciéndose pasar por un monje budista, y los problemas surgirán cuando deje embarazada a una chica y decida abandonarla. La película, realizada de forma totalmente independiente, recoge el espíritu crítico de la anterior generación (hablamos sobre ella y Lou Ye en este artículo). A pesar de no obtener un gran reconocimiento, la película le confirmó que su mayor deseo era el de seguir haciendo cine.

Regresando a su provincia natal

Si en su primera película veíamos algunos trazos de sus influencias, en su segunda película empezará ya a solidificar los temas y el estilo que caracteriza su obra. En The Old Donkey (2010), Li Ruijun regresa a su provincia natal (que ya no abandonará, al igual que haría Jia Zhangke una década antes) para reflejar la realidad que él conocía y quería transmitir. La película trata sobre una comunidad de agricultores que resiste a abandonar la zona a pesar de las presiones de un empresario local y los jefes del Partido Comunista del pueblo, con el objetivo de construir una fábrica de química. En su siguiente película, Fly with the Crane (2012), también trata un conflicto con el Partido Comunista, algo que no muchos directores han tenido la osadía de hacer. En este caso, el protagonista es un anciano cuya profesión era la de pintar ataúdes y mantiene la fuerte creencia de que la única forma de alcanzar el cielo es mediante un entierro. Esta posibilidad se verá en peligro cuando el Partido Comunista decide implementar la incineración para toda la población, acabando con la que había sido su profesión y con sus esperanzas de ir al cielo. Se trata de una adaptación de la novela Tell Them I’ve Gone With the White Crane del escritor chino contemporáneo Su Tong (conocido también por La linterna roja, que Zhang Yimou adaptaría al cine). Lo curioso de esta producción es que Li Ruijun decidió usar a miembros de su familia, la mayoría sin experiencia actoral, para la totalidad del reparto.

Fama internacional

En su siguiente película, River Road (2014) dejaría un poco de lado los temas más sociales centrarse en otro tema igualmente crítico en la actualidad: el cambio climático. Una pareja de hermanos, Bartel y Adikeer, de unos 9 y 11 años, deberán viajar por el desierto del noroeste de la China para encontrar a sus padres. Por el camino, cada vez más seco, se irán encontrando pueblos que han tenido que ser abandonados por una sequía que imposibilita totalmente la vida: los ríos que antes llenaban los paisajes de vida están ahora totalmente vacíos, sirviendo a los niños como un camino para no perderse. Éstos, además, son de la minoría étnica uigur, muy poco representada en el cine chino (y que en los últimos años ha estado bajo el foco por una discriminación sistémica), demostrando otra vez la osadía y el compromiso social del director.

Tres años después, en 2017, presentaría película en otro de los grandes festivales europeos, estrenando Walking Past the Future en la sección Un certain regard del Festival de Cannes. La película trata un tema habitual en la China contemporánea: los padres que emigran a ciudades costeras para trabajar y enviar dinero a la familia de provincias rurales. En este caso, tenemos unos padres que han sido despedidos de sus trabajos (por ser demasiado mayores) y vuelven al pueblo 25 años más tarde. Su hijo deberá tomar una decisión sobre cómo seguir manteniendo a la familia ahora que los ingresos han caído y sus padres ya no tienen salud como para seguir trabajando.

En El regreso de las golondrinas, Li Ruijun nos vuelve a situar en su provincia natal, demostrando una vez más que pocos directores dominan la estética de tonos cálidos como lo hace él. Un retrato tranquilo y conmovedor atravesado por muchos de los temas que hemos mencionado a lo largo de este reportaje. Li Ruijun merece ser reivindicado y El regreso de las golondrinas es una puerta de entrada ideal a una filmografía tranquila y poética pero muy osada y crítica. A partir del 14 de julio, apoyad este tipo de cine y no os arrepentiréis, ya que la película vale la pena.

Un reportaje de Josep Santcristòfol

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