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Crónica del FEFF 1ª parte: Ciao Udine, Ciao Francesco

27/04/2012

Dos días hace que llegamos a Udine tras un periplo en el que utilizamos todos los medios de transporte que se os puedan venir a la imaginación: coche hasta el aeropuerto de Barcelona, avión hasta Venecia, bus directo a la estación de Mestre, tren de Mestre a Udine… Y desde Udine al hotel, una excursión de 1 kilómetro y medio a pie. El viaje que dio inicio a las 6 de la madrugada finalizó pasadas las 4 de la tarde, frente al hotel  San Giorgo, situado en la Plaza Cella, nº2. Uno puede pensar que teníamos tiempo de llegar a la inauguración del Far East Film Festival, programada para las 20 horas. Pero claro, eso es porque no conocéis la pizzería Quadrifoglio, una de las maravillas que te aguardan en la población italiana de Udine. A la delegación española apostada este año en Udine le fue fácil llegar, el olor llegaba a las habitaciones del hotel a pesar de encontrarnos a más de dos kilómetros de distancia. Lo difícil fue salir de allí.

La cinta coreana Sunny, con la presencia de su director Kang Hyung-chul, fue la encargada de abrir el telón de la 14ª edición del FEFF. Mientras aguardábamos en la cola para acceder a la segunda película programada para la noche, Hard Romantiker, se escuchó una gran ovación en el auditorio del Teatro Nouvo.  Sunny es una de esas películas que por desgracia el público español no tendrá la oportunidad de ver en una sala, a pesar de que se estrenen a lo largo del año en nuestro país films que no le lleguen a hacer ni un atisbo de sombra. Emotiva, sin llegar a  forzar la lágrima del espectador, la película coreana sigue el rencuentro de un grupo de amigas de la escuela, unos cuantos años más tarde de acabar la secundaria, cuando la vida ha seguido su curso, y los sueños quedan encerrados por la llave de los recuerdos. Sin tenéis la oportunidad, no lo dudéis. 2 horas que recordaréis durante mucho tiempo.

Muchas eran las expectativas que tenía la delegación española con Hard Romanticker. Un film que se proyectó en el Mercado de Cannes, y al que la crítica (o más bien el departamento de prensa de la distribuidora del film) había señalado como “la respuesta japonesa a La Naranja Mecánica. A pesar de que la violencia hace acto de presencia nada más dejar atrás los títulos de crédito iniciales y no desaparece hasta que el espectador sale por la puerta del cine, la cinta firmada por Gu Su-yeon e interpretada por Shota Matsuda tiene varios problemas. El primero de ellos es que a pesar de contar con el interés del público, es demasiado críptica para lo que quiere contarnos. Takashi Miike lo hizo mucho más fácil en Crows, incluso en Ichi the Killer (referente al que nos remite la película, sobre todo la figura de su personaje protagonista). En fin, parte de los cronistas españoles decidieron volverse al hotel, y la otra parte, la que nos quedamos, nos hubiera encantado que el film finalmente hubiera triunfado. Una lástima: nadie aplaudió al finalizar la proyección en el Teatro Nuovo.

Todo acto tiene su consecuencia. Y la consecuencia de que nos fuéramos a dormir el viernes pasadas las 2 de la madrugada fue que ni por asomo nos despertamos para acudir a uno de los films que habíamos marcado con una X en todas las quinielas del FEFF, la taiwanesa Seediq Bale: Warriors of the Rainbow.  Al referirme a nosotros, hago especial hincapié en CineAsia, que se quedó en el cama hasta el momento que la película daba comienzo en el Teatro Nuovo. La suerte,no obstante, estaba de nuestro lado. La fracción española disidente de Hard Romanticker (que había dormido unas horas más la noche anterior) pudo disfrutar de la película y nos ha cedido sus comentarios. Vaya por delante que la hora no era la mejor, las 9 de la mañana, pero debido a la duración de la película, 155 minutos, la organización no encontró un horario mejor. Unas 40 personas disfrutaron de una cinta épica, que bebe de la grandeza de otras producciones taiwanesas de época (Suriyotai), y que luce todo su esplendor en una pantalla grande. Uno de nuestros temores, el hecho de que la copia internacional sea la fusión de las dos películas originales (estrenadas en Taiwán y el Hong Kong) no parece ser un hándicap para la comprensión del espectador. Esperamos recuperarla tan pronto como podamos, ya sea en su versión internacional de 155 minutos, o en su versión original de 4 horas y pico.

Dos palabras para definir la cinta coreana Dangerously Excited. A pesar de seguirse de forma agradable, esta comedia musical, ópera prima de Koo Ja-hong, no supera a otras cintas de temática similar (el año pasado pudimos ver la filipina Rockola de Quark Henares). Si tuviéramos que destacar algún aspecto, ese sería la presencia del actor coreano Joon Jae-moon, que borda el papel de funcionario gris y hermético que descubre en el rock esa pasión que ha perdido su vida.

Por partida doble ayer tuvimos ocasión de rencontrarnos con Simon Yam. Por la mañana dado vida a un personaje misterioso oculto tras las puertas de una casa de campo. The Man Behind the Courtyard House es una película que exige del espectador cierto conocimiento previo de quién es el director y su propuesta de juego de géneros (slasher, thriller, drama, comedia…) a la que enfrenta a la audiencia. Extraña, seductora por momentos, me reservo la opinión para después de un segundo visionado que intentaré hacer estos días en la sala de prensa del FEFF. Y por la noche nos fuimos a dormir con el buen sabor de boca que nos dejó Roy Chowy su Nightfall, película en la que SimonYam está enorme, pero en la que Nick Cheung (The Stool Pigeon) le arrebata contundentemente el protagonismo y eso que no dice ni mú en toda la cinta. Para evitar los spoilers solo diremos que la Nightfall se aleja de los rasgos característicos del thriller hongkonés para acercarse (temática y valses incluídos) al imaginario del cine negro coreano. Merece mucho la pena. No os la perdáis.

Pero la sorpresa del día llegaría a las 8 de la tarde (donde la delegación española se dividió entre los que vieron el partido de fútbol, y los que pasaron por taquilla). Y llegó en forma de péplum fantástico: el pase de Thermae Romae en Udine significó la premier mundial de la película (que se estrena a finales del mes de Abril en Japón). Basada en el manga homónimo firmado por Mari Yamazaki, que ha vendido más de cinco millones de copias, y dirigida por Hideki Takeuchi (Nodame Cantabile), el film supuso una brisa de aire fresco, divertido, imaginativo, y muy cercano dentro del festival. No en vano, la película se rodó en los estudios Cinecittà de Roma, y contó con más dos mil extras italianos. Hiroshi Abe, magnífico en su papel de LuciusModestus, un innovador arquitecto en la época de Adriano, que gracias a sus viajes en el tiempo hacia el Japón contemporáneo, consigue llevar al Imperio Romano las más novedosas técnicas en termas y baños. Los amantes del manga, lo van a pasar en grande. la película causó tal expectación que el festival vuelve a repetirla para la audiencia en la parte final del certamen.

No quisiera finalizar esta crónica sin despedirme de una de las almas del FEFF que nos ha dejado este año, Francesco Novello. Conocimos a Francesco en el año 2004, en nuestra primera visita al festival. Amante del cine, y de los nuevos proyectos culturales, fue uno de los impulsores de este festival. Siempre con una palabra amable con la que recibir a los invitados del festival. Siempre atento con todos por hacer que su pasión por el cine llegara a todos nosotros. Ciao Francesco, hasta siempre.

Enlaces relacionados:

FEFF – Presentación y programa

FEFF – Crónica 2

FEFF – Crónica 3

Enrique Garcelán y Gloria Fernández (CineAsia)

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