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Un viaje de cine por Asia… Cuarta parada: Hong Kong

03/07/2020

Encaramos la recta final del viaje, pero aún quedan muchos lugares que visitar. Esta es la cuarta parada del reportaje en serie Un viaje de cine por Asia, en el que tomamos los viajes y el cine asiático como protagonistas, engarzado al curso online de verano Un travelling por el cine asiático, que dará comienzo el lunes 6 de junio. Comenzamos la ruta y el viaje en Japón, la segunda parada llegó en Corea, y la tercera parada fue en China. Hoy viajamos hasta la tierra de Bruce Lee, Chow Yun-Fat y Maggie Cheung. El territorio de Hong Kong es pequeño en sus preciados metros cuadrados, pero enorme en tradición cinematográfica.

HONG KONG – MÁS ALLÁ DEL MUNDO DE SUZIE WONG

De Beijing cogemos un vuelo rumbo a la actualmente futurista Hong Kong. Y no temáis, que aterrizaremos sin sufrir ninguna turbulencia, pues desde el 7 de julio de 1998 el nuevo Aeropuerto Internacional de Hong Kong se encuentra a 30 km. al oeste de la isla principal, en Chek Lap Kok. El antiguo, en los terrenos de Kai Tak, fue clausurado justo cuando Hong Kong fue devuelta a la Gran Muralla China; desde entonces, la gente del área de Kowloon respira más tranquila porque los aviones ya no sobrevuelan por sus tejados y pueden colgar la colada sin miedo a que el carburante les dañe la ropa, tal y como se atestigua en algunas películas de Wong Kar-Wai de sus inicios o en El joven Bruce Lee (Raymond Yip y Manfred Wong, 2010).

Lo que no nos quitará nadie es el impacto que nos suscitará nuestro primer contacto visual con la Victoria Bay: la bahía mundial más expuesta en pantalla (ex-aequo con la de San Francisco) y aprovechada en mil y una panorámicas de relleno; llegaremos a ella a lo El mundo de Suzie Wong (1960),pero en taxi o en tren. Mejor recorrerla en ferry o en una de aquellas carabelas de vela que aparecen en el filme de Richard Quine y sentirnos como William Holden y su maletín de piel color marrón cuando al inicio “se sienten desconcertados al llegar a esa tierra exótica y sus calles abarrotadas” (o eso rezaba el trailer). Ya habrá tiempo para disfrutarla nocturnamente para apreciar sus neones.

Depende de donde nos hospedemos podemos sentirnos los protagonistas de Chungking Express (Wong Kar-Wai, 1994). Las laberínticas Chungking Mansions no engañan a nadie: son 5 bloques de 17 plantas que albergan un conglomerado de pequeños hostales, comercios de dudosa reputación, viviendas de una sola habitación y restaurantes escondidos entre sus pasillos. Están situados en la zona peninsular de Kowloon, en la calle Nathan Road 36-44, muy cerca de la famosa “Milla de oro”. Y ojo, no hagáis como Takeshi Kaneshiro en el filme y os comáis todas las latas de piña en almíbar de la tienda de colmados de la esquina… Por la zona se puede explorar un área muy concreta que es MongKok, escenario natural de muchas películas de triadas, como One Nite in MongKok (Derek Yee, 2004) o To Live and Die in Mongkok (Wong Jing y Billy Chung, 2009).


Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los cinéfilos cuando visitan Hong Kong: los vestigios cada vez son más frágiles a causa de la agresiva especulación inmobiliaria, y aberraciones arquitectónicas


Hasta septiembre de 2019 en el número 41 de la Cumberland Road aún se mantenía en pie la antigua residencia de Bruce Lee, mito viviente del cine patrio (y mundial), y se podía visitar a modo de tributo, pero por problemas estructurales, el edificio tuvo que ser demolido y en su honor figura una placa conmemorativa. De hecho, es uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los cinéfilos cuando visitan Hong Kong: los vestigios cada vez son más frágiles a causa de la agresiva especulación inmobiliaria, y aberraciones arquitectónicas como la ciudad amurallada de Kowloon han ido desapareciendo (en este caso, por suerte).

Muchos argumentos del cine de Categoría III se sucedían entre los bastiones que formaban esta colmena densamente poblada e integrada por puestos de traficantes, clínicas dentales ilegales, chozas para inmigrantes, etc. La insalubridad y el peligro que entrañaba el hecho de que década a década se habían ido elevando las divisiones horizontales, construyendo nuevas plantas encima de las que ya había (en muchos casos sin ton ni son y sin pedir la correspondiente licencia de obras), hizo que las autoridades municipales tomaran cartas al asunto y terminaran de demoler toda la barriada en 1994. Antes, Jean-Claude Van Damme tuvo tiempo de filmar la película Contacto sangriento (Newt Arnold, 1988).

Aún así, muchos thrillers se suceden en la isla central, en la zona económica de los rascacielos, con el Banco de China y sus supersticiosas formas triangulares o el Centro de exhibiciones y exposiciones; en ambas Jackie Chan ha diseñado y planificado secuencias de acción dada su singular arquitectura. Eso sí, si vais al centro, no crucéis el Cross-Harbour Tunnel si veis que Andy Lau anda cerca, porque no terminó en perfectas condiciones al final de Shock Wave (Herman Yau, 2017)…  En la isla central, al este concretamente, también hay ubicado el Hong Kong Film Archive en la avenida Lei King: cuatro pisos dedicados al almacenamiento y preservación de películas del HK clásico, además de exhibiciones y proyecciones en una sala habilitada para la ocasión.

Una visita a lo que queda del antiguo Soho nos rememorará esos titubeos insinuantes de los protagonistas de In the Mood for Love (2000) y el Hong Kong de los años 60, con esas callejuelas vaporosas y húmedas, de construcciones mal acabadas y decadentes que entrañan una misteriosa fascinación. Pero para despedirnos de la ciudad con glamour y luces de candilejas regresamos al punto de partida, Kowloon. Una visita al atardecer al barrio comercial Tsim Sha Tsui en cuya  avenida principal, cerca de la orilla, encontramos al pequeño dragón: un Bruce Lee que preside el paseo de las estrellas y nos recuerda que la identidad de los hongkoneses, así como su industria cinematográfica, jamás podrá ser borrada del mapa.

Y nos espera la última etapa de nuestro viaje… Mañana nos trasladaremos a India.

Un reportaje de Eduard Terrades Vicens

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