De nuestro colaborador Francisco Nieto
Año: 2010
Director: Lee Jeong-beom
Protagonistas: Won Bin, Kim Sae-ron,
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Crítica:
El film crece a medida que su personaje va mutando de pacífico y solitario prestamista a enfurecido y sanguinario vengador. Se ha querido comparar este film al francés El Profesional, de Luc Besson, principalmente por la relación de amistad que el protagonista mantiene con la pequeña Jeong So-mi (Kim Sae-ron, vista en A Brand New Life), y aunque sí pueda admitirse cierta semejanza en el desarrollo de la trama, hasta ahí puede llegar el parentesco, porque The Man from Nowhere destila fuego y rabia en cada fotograma, acercándose mucho más a títulos como OldBoy o A Bittersweet Life.
Desde los títulos de crédito quedas atrapado por una historia que sabe desarrollar a la perfección sus diversas subtramas, dotando a cada personaje de entidad propia, por muy secundario que sea, y reservándonos altas dosis de violencia gráfica y realismo que rayan a gran altura. En definitiva, un título de culto instantáneo que no dejará insatisfecho a nadie.
Pura adrenalina. Así podríamos definir sin rodeos este torbellino, tan violento como disfrutable, que es The Man from Nowhere. Filmada por Lee Jeong-beom, en la que es su segunda película tras Cruel Winter Blues (film de 2006 que hay que recuperar con celeridad), el director nos regala un estimulante ejercicio dramático salpicado con algunas de las mejores escenas de acción rodadas en el cine coreano en el último lustro (en este sentido el tramo final es simplemente apabullante). Sería injusto no destacar la labor de su intérprete principal, Won Bin, quien ya demostró hace un año su versatilidad como actor en Mother, de Bong Joon-ho, y que aquí hace alarde de una multiplicidad de registros encomiable.Lo peor: Espero equivocarme, pero difícilmente llegará a estrenarse en nuestras salas.