Tras dejarnos con un gran sabor de boca en el Festival de Sitges de 2020, el viernes día 18 de febrero se estrena en España la coreana Spiritwalker, del director Yoon Jae-geun (Heartbeat). Distribuida por Cinemaran Spain, nos va a llegar tanto en versión original como en versión doblada y su estreno será exclusivo en la cadena de cines Cinesa.
¿Quién soy?
Ian (interpretado por Yoon Kye-sang) despierta de repente en medio de un accidente de coche. No sólo no recuerda cómo ha llegado a ese punto, sino que además se encuentra en un cuerpo que no reconoce. Pronto descubriremos que, cada doce horas, el “espíritu” de Ian va saltando de un cuerpo a otro, forzando al protagonista a descubrir quién es de nuevo. En cierto modo lleva la premisa de Bourne (un protagonista que no recuerda quién es y tendrá que descubrirlo) a otro nivel, en el que el viaje de descubrimiento se vuelve incluso más complejo, ya que cada vez que salte de un cuerpo a otro se abrirán nuevos misterios e incógnitas.
Ya casi nos hemos acostumbrado a que los thrillers coreanos destaquen en el apartado técnico y Spiritwalker no sólo no es una excepción, sino que se posiciona por encima de muchos de los thrillers coreanos más conocidos en los últimos años. Desde la primera escena el ritmo es vertiginoso (en el mejor de los sentidos) y no afloja hasta un tercer acto que va a dejar sin aliento al espectador. Las escenas de acción se desarrollan en muy pocos planos, algo complicado y que requiere una gran planificación, lo que genera una increíble fluidez en las peleas. En este sentido, se encuentra en una tendencia similar a la de otras películas como la también coreana La villana (Jung Byung-gil) o la saga de John Wick.
Un elenco reconocible
En cuanto al terreno interpretativo, es verdad que el director decide no tomar demasiados riesgos, ya que a pesar de que es tan sólo el “espíritu” de Ian el que entra en el cuerpo de los demás, casi siempre vemos su rostro y no el del personaje. Así pues, se pierde una oportunidad de experimentar con las actuaciones, pero a la vez esto hace que el argumento sea más fácil de seguir. Dicho esto, Yoon Kye-sang (Ciudad sin ley) está solido en el papel protagonista, brillando en las escenas de acción. Por otro lado, cabe mencionar especialmente los papeles de Park Yong-woo (Blood Rain), como el misterioso y amenazante villano, y Park Ji-hwan (Unstoppable), un vagabundo que cruza caminos por casualidad con Ian y servirá como una especie de alivio cómico que, sin ser estrictamente necesario, no desencaja con el tono global de la película.
En definitiva, si sois fans del cine coreano y más concretamente del thriller y el cine de acción, no os va a decepcionar Spiritwalker, ya que destaca precisamente aquellos aspectos que hacen del thriller coreano un género aclamado en el mundo entero. Una película frenética que merece la pena ver en pantalla grande.
Un texto de Josep Santcristòfol