País: Hong Kong .
Director: Cristopher Sun Lap Key.
Duración: 129 m .
Género: Comedia Erótica.
Protagonistas: Hiro Hayama, Saori Hara,
Leni Lan, Kirt Kishita.
Leni Lan, Kirt Kishita.
Sinopsis:
Wei Yangsheng, un erudito perteneciente a la Dinastía Ming, piensa que la vida es muy corta y que lo único importante es perseguir el placer sexual máximo mientras el tiempo lo permita. En estas conoce a Tie Fei, la bella hija de un monje taoista, con la que se casa al caer rendidamente enamorado. Las dificultades comenzarán cuando los encuentros amorosos entre marido y mujer sean un auténtico descalabro y ambos conyugues deban buscar otro “tipo” de satisfacciones acudiendo a personajes mucho más versados en las artes amatorias. Pero no todo será paz y armonía en un Reino donde los favores (sexuales) se pagan a un precio demasiado elevado.
Sex and Zen fue una comedia erótica rodada en Hong Kong en 1991 dirigida por Michael Mak y protagonizada por Lawrence Ng y Amy Yip. Basada de manera más o menos fidedigna en un relato erótico del siglo XVII escrito por Li Yu, este film significó el inicio de una fructífera saga que se concretó en dos secuelas posteriores, hasta llegar veinte años después a esta Sex and Zen 3D: extreme eccstassy que ahora nos ocupa. Vaya por delante el revuelo que esta película causó en la fecha de su estreno en toda la China Continental, dado que se publicitó como la primera película pornográfica rodada en tres dimensiones en todo el mundo. Hordas de ávidos espectadores deseosos de poder disfrutar de lo nunca visto antes en pantalla se desplazaron a Hong Kong como en su día nuestros padres y abuelos cruzaban la frontera con Francia para deleitarse con las películas que el régimen prohibía. En cuanto a la propuesta fílmica se refiere hemos de decir que Sex and Zen 3D da lo que promete pero siempre sin lanzar las campanas al vuelo, ya que va muy justita de guión y los actores destacan más por sus virtudes contorsionistas que por sus dotes actorales. Seguramente para las mentes orientales más retrógradas lo que este film nos enseña puede resultar escandaloso y provocador, pero cuando un espectador occidental se enfrenta al film no puede más que esbozar una sonrisa cómplice ante lo que no deja de ser un mero divertimento sazonado con unas cuantas escenas picaronas dignas del mejor Álvaro Vitalli o los ínclitos Esteso y Pajares. Es cierto que el despelote es continuo y en 3D todo parece cundir más, pero también lo es que la censura ha hecho estragos en las escenas más subidas de tono y no incomodarían ni al mismísimo Arcipreste de Hita (de todas maneras por la red ya circulan las versiones en alta definición sin censurar y director´s cut con multitud de añadiduras). Algunas secuencias son pura antología del surrealismo visual: aquella en la que dos de los protagonistas practican una especie de coito aéreo agarrados a una correa de hierro o aquella otra en la que se practica a pelo un cercenamiento viril para sustituir el miembro por otro, en principio de caballo, y finalmente de mono (sic), sin resistirnos a desvelar que incluso se puede llegar a levantar una rueda de carro metiendo el pene por su eje (para que tomen nota los programas del tipo “El hombre más fuerte del mundo”).
El metraje es excesivo, lo que repercute de manera acusada en el ritmo de lo narrado; y como suele ocurrir en casi todas las películas de esta guisa sobran casi todos los trozos dialogados. El director se permite el lujo de ir soslayando pequeños homenajes a diversos géneros típicos de la cinematografía china: desde los wuxia, pasando por la comedia más alocada y las películas de artes marciales, e incluso se permite ciertos filirteos con el cine de terror, todo ello desde una perspectiva marcadamente machista donde las mujeres son meros objetos sexuales cuyo único objetivo en su vida es dar gozo y deleite al macho cabrío.
En definitiva, un film acartonado con cierto olor a naftalina que no se puede desdeñar en su totalidad dados los medios digitales (se nota hasta el último yen gastado) y humanos (los actores deberían cobrar un plus por su desenfreno físico) empleados.
Lo mejor: Algunas escenas de sexo son originales y están muy bien rodadas.
Lo peor: El guión desbarata cualquier acercamiento mínimamente serio al asunto.
De nuestro colaborador: Francisco Nieto