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Rodando Outrage: el nuevo enfoque de Beat Takeshi al mundo de la yakuza

25/10/2012

Los tiempos actuales probablemente sean interesantes para los yakuza. Se comenta que son bastante buenos con las tecnologías de la información y que establecen empresas filiales consiguiendo beneficios asegurados amenazando a los demás. Pero Takeshi Kitano, en su regreso al género, no está interesado en el retrato de la yakuza tradicional de finales del siglo XIX, principios del XX, sino que se interesa por su pasado más reciente, cuando usaban armas de fuego y se disparaban unos a otros, ganando dinero a costa de proteger bares y pubs. No juegan limpio ni son amables. Nunca sabemos quien será el último en sobrevivir.

Takeshi Kitano. Durante mucho tiempo me estuvieron preguntando por qué hacía películas de yakuzas. Entonces, desde que hice Brother en el año 2000 (mi última película de yakuzas) mucha gente me ha ido preguntando por qué había dejado de este tipo de películas. Así que supongo que ahora la gente me preguntará, por qué después de una década he decidido volver a hacer una película sobre este tema. Bien, la respuesta es simplemente que quería hacerla. Antes me parecía divertido e interesante y hacía tiempo que no hacía una… y no hay nada malo en hacer una de vez en cuando. Pero, aun así, no lo considero una “vuelta” a las películas yakuza que hice en el pasado. Con cada nueva película siempre intento probar cosas nuevas. En Outrage trabajo dentro de la estructura del género yakuza, pero me esforcé en jugar con los giros inesperados en la trama. Y también intenté buscar nuevas formas de orquestar las tácticas violentas y asesinas.

El rodaje de Outrage empezó el 23 de agosto de 2009 en Kobe y concluyó el 23 de octubre en Ibaragi (una prefectura que se encuentra al noreste del Área del Gran Tokio). Durante las dos semanas de estancia en Kobe, Kitano y su equipo rodaron muchas escenas clave, como muchos de los intensos enfrentamientos en la oficina del clan Otomo, el primer incidente en el bar yakuza que desata toda la guerra entre clanes y la explosión en la cafetería. Recordando el primer día de rodaje, el actor Takashi Tsukamoto que trabajaba con Kitano por primera vez, dijo “Me impresionó lo rápido que se rodaba y que no hubiera complicaciones en la comunicación del equipo con el Sr. Kitano. Él simplemente no repite las tomas”. Otros actores también manifestaron su sorpresa de forma unánime por las breves explicaciones que el director ofrecía a su equipo y al reparto y el ritmo rápido de rodaje. Kitano eligió de forma intencionada a excelentes y renombrados actores.

Takeshi Kitano. Todos los actores de Outrage trabajaban conmigo por primera vez, así que probablemente tenían que ver primero cómo trabajaba yo, de la misma forma que yo tenía que ver como trabajaban ellos. Con el grupo de actores con el que estoy acostumbrado a trabajar las cosas van rodadas, pero creo que cierto punto de tensión en un rodaje también puede ser bueno. No hubo absolutamente ningún contratiempo, de hecho creo que fue muy bueno porque fue refrescante. Había algunos actores cuya técnica interpretativa no había usado nunca en una película y vi cosas que no había experimentado nunca antes con mis actores habituales. Se me pasó por la cabeza pedirles que no actuaran como lo hacían, pero entonces decidí que podía ser incluso mejor de lo que había imaginado, así que decidí trabajar con su forma de actuar.

Kitano reescribió el guión de la película justo antes de la preproducción, añadiendo bastantes escenas con el personaje de Ryo Kase, Ishihara. Un tipo de inspiración espontánea que termina de completar la película, añadiendo un elemento narrativo que el director no había utilizado en exceso en producciones anteriores, el diálogo. Kitano describió que lo que más le gustó de Kase fue “cómo perdía el control y se volvía loco”. Pero Kase sostuvo que fue Kitano quien le condujo en esa dirección. “Me indicó la dirección precisa, me dijo “tu personaje es más dinámico de lo que parece” y eso fue todo, dijo refiriéndose a una de las escenas violentas y extrañamente catárticas de la película en la que el personaje golpea repetidamente a un traficante.

Takeshi Kitano. La mayoría de los papeles que he interpretado en mis películas han sido bastante tranquilos y poseían una cierta frialdad que expresaban con pocas palabras. En Outrage quería que los personajes hablaran más. Toda la película está repleta de sórdidos yakuza hablando sin parar. Lo que me parece interesante es que los yakuza en Outrage no mantienen en absoluto esa frialdad, sino que están constantemente gritándose unos a otros. Dan bastante vergüenza. Hay incluso una parte donde los actores se pisan el diálogo unos a otros con un ritmo muy similar a mi estilo manzai. Nunca había intentado hacer esto en mis anteriores películas, así que fue muy divertido para mí tener a personajes llamándose gilipollas unos a otros.

Como se trata de la dirección de una película en la que todos los personajes son villanos y la violencia tiene lugar a lo largo de todo el metraje, Kitano realizó numerosos ensayos para las escenas violentas hasta que obtuvo exactamente lo que quería. Lo que buscaba era el dolor real y la crueldad. El actor Tomokazu Miura afirmó: “Las escenas violentas son retratadas sin connotaciones heroicas”.

Takeshi Kitano. La gente dice que rodar escenas violentas es una de mis especialidades, y realmente creo que se me da bastante bien. Me siento bastante seguro de poder hacer ese tipo de cosas en cualquier momento. Es como pedirle a un experimentado chef japonés que cocine cada día katsu-don (arroz cubierto por una chuleta rebozada), obviamente pensará que lo puede hacer con los ojos cerrados. Bien, rodar escenas violentas es mi katsu-don. Es un plato que siempre puedo preparar y espero que mi katsu-don sea más delicioso que cualquier otro. Bromas aparte, ruedo la violencia de forma intencionada para que el público sienta el auténtico dolor. Nunca he rodado y nunca rodaré escenas violentas como si fueran una especie de videojuego.

Todos los que gozaron con El Verano de Kikujiro se acordarán del rítmico piano que constantemente entraba en escena para alegrar la tristeza del pequeño Masao; ahora bien, seguramente si a esas mismas personas se les pregunta por el soundtrack de Sonatine es probable que, o no hayan visto el film y por tanto no hayan podido disfrutar de la apetecible banda sonora, o simplemente les pasó desapercibida a consecuencia de los largos momentos de ausencia musical. Curiosamente, la música para ambas películas es del mismo compositor, aunque las distancias melódicas entre ambas composiciones no permitan hermanarlos. Contrariamente a lo que se pueda pensar (o apreciar), la música de las películas de Takeshi Kitano es indispensable en casi todas ellas, ya que reflejan en muchas ocasiones los estados de ánimo de los personajes, además de sostener todo ese lirismo que el director imprime en sus historias, convirtiéndolas en auténticos poemas fílmicos.

Takeshi Kitano. La música de la película está compuesta por Keiichi Suzuki que también colaboró conmigo en Zatoichi. Le dije específicamente que no quería que la música destacara, no quería ni siquiera que sonara realmente como música. Supongo que esta vez no usarán mi música en famosos programas de televisión. En otras ocasiones la música de mis películas ha terminado normalmente por debajo de la narración en la cobertura de crímenes, pero no creo que esto pase esta vez. Quise que la música sonara intencionadamente como una grabación mala, como un repiqueteo, como ruido. La intención era que la banda sonora fuera más como los efectos de la película que como la música. También pedí que no se usaran sonidos claros de percusión, prefería sonidos como golpear un cubo. Quería que los sonidos fueran ásperos pero que mantuvieran el ritmo. En realidad tampoco quería mucho ritmo así que terminé eliminando muchos de los sonidos.

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