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Nameless Gangster: o cómo sobrevivir siendo un pringado

18/01/2013

Ficha Técnica: Director: Yun Jong-bin Año: 2012 País: Corea del Sur Con: Choi Min-sik, Ha Jung-woo, Jo Jin-woong, Ma Dong-seok, Kwak Byeong-gyoo, Kim Seong-gyoon. Género: Thriller/Gangsters. Duración: 133 min.

Estrenada en Corea del Sur ahora va a hacer casi un año ya (principios de Febrero de 2012) y con un éxito de taquilla incuestionable (más de cuatro millones y medio de espectadores coreanos asistieron a ver esta película), Nameless Gangster se estrena ahora en los cines españoles, previo paso por el Festival de Sitges en su Sección Oficial a Competición. Y se estrena justo en estos momentos cuando han aparecido las nominaciones a los Asian Film Awards, los premios al cine asiático más importantes en los que la película que nos ocupa está nominada a unas cuantas categorías. A saber: Mejor Actor, Mejor Actor Novel, Mejor Actor Secundario, Mejor Guión, Mejor Dirección de Producción y Mejor Banda Sonora.

Esto nos puede dar una idea de la factura, a priori, de Nameless Gangster. Un thriller, una brillante y contundente película de gangsters coreana al uso, una película a la que muchos le han encontrado «padrinos» occidentales como Uno de los Nuestros o el mismísimo El Padrino (no en vano se le llama así a su personaje principal en muchos momentos), pero que a nosotros nos gusta entroncarla con cintas de su misma nacionalidad como Friend o como A Dirty Carnival. La única diferencia con estas últimas es la edad de nuestro protagonista: un cuarentón-casi en los 50 (interpretación magistral de Choi Min-sik) funcionario de aduanas a quien están a punto de despedir y que decide meterse a gangster. Un antihéroe cualquiera (ni particularmente sabio, ni particularmente violento, ni con un particular talento para nada en especial), superviviente intempestivo de trueques, corruptelas, traiciones… que incluso está dispuesto a dejarse humillar para conseguir «salvarse» de situaciones comprometidas y cuyas únicas aliadas son una agenda surtida de influyentes contactos, una labia admirable y una rama genealógica que ya les gustaría a muchos… Con esto, nuestro protagonista pasará de estar en la cima del crimen organizado en Busan, a hacer pactos con el fiscal general para no ir a la cárcel de por vida y salvar así su pellejo. Y todo, por el bien de la familia…

Nameless Gangster hace un retrato fantástico de la Corea del Sur de los años 80 y principios de los 90. Justo en la transición democrática del país y justo cuando el país se prepara para sus flamantes Olimpíadas en Seúl (1988). En esos años, la burbuja del ladrillo, la burbuja inmobiliaria creada por tal evento, produjo una gran cantidad de casos de corrupción entre estamentos gubernamentales y las diferentes bandas del crimen organizado en el país. Los chantajes, sobornos, pagos sota mano, firmas y demás ‘beneficios’ por hacer la vista gorda estaban a la orden del día. La visión que nos ofrece el director Yun Joong-bin no puede estar más alejada del glamour o de la epicidad de los gangsters que muchas veces nos brinda la cinematografía occidental. Aquí, los personajes son esencialmente negativos o simplemente unos «piltrafillas». Aquí, la violencia es sucia: no hay pistolas, escopetas, metralletas… hay cuchillos, bates de béisbol, barras de hierro, o simplemente lo primero que uno encuentra a mano: un cenicero, una silla, un teléfono… Y aquí es donde la elección de Choi Min-sik por parte del director juega un papel importantísimo: ¿en manos de quién dejarías un personaje absolutamente despreciable, anodino, sin talento, un poco paleto pero con un morro que no te lo acabas y que produce hasta rechazo? Pues en manos de uno de los mejores, sino el mejor, actor que ha dado la industria del cine coreano, sin duda. Choi es capaz de darle un empaque y una personalidad a su personaje increíblemente veraz, aún cuando se nos hace absolutamente repulsivo. Y quién mejor para darle la réplica que Ha Jung-woo (The Yellow Sea, The Chaser), uno de los jóvenes talentos del cine coreano, quien da vida al líder de la banda de gangsters en la que va a parar Choi.

Bajo la batuta precisa de un guión bien escrito, con la realización muy cuidada de Jong-bin y un diseño de producción digno de elogio (la ambientación ochentera, incluida la música, está realmente bien), Nameless Gangster nos disecciona muchos aspectos de la sociedad coreana que todavía, más de 20 años después, siguen prevaleciendo en la actualidad. Así vemos ese amor-odio que la guerra causó con sus vecinos los japoneses, la absoluta pasión por la bebida sobre todo entre los hombres coreanos, la devoción y el respecto siempre a los mayores hasta el punto de la reverencia, la importancia de la familia y de que los hijos estudien, si puede ser fuera (la mayoría de las veces en los EEUU), etc…

Probablemente, y sin temor casi a equivocarnos, podríamos decir que Nameless Gangster es el mejor thriller coreano del recién pasado año, y una de las películas de gangsters más contundentes que ha dado el cine de este género. Sin duda, hay que verla.

Lo mejor: Técnicamente intachable; las actuaciones de sus dos protagonistas Choi Min-sik y Ha Jung-woo que están inmensos.

Lo peor: Quizá los 133 minutos que dura podrían haberse reducido un poquito.

Por Gloria Fernández

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