Muchas veces nos hemos preguntado por el uso que se ha dado a instalaciones tan emblemáticas como el estadio de Montjuic de Barcelona o los terrenos de la Cartujade Sevilla donde tuvo lugar la Expodel 92. Lugares que maravillaron al mundo el día de su inauguración, pero que, debido a una nefasta gestión en su posterior uso, han sufrido el contínuo deterioro e incluso el abandono más absoluto. Pues bien, en un caso parecido se encuentra el espectacular Estadio Nacional de Pekín, más conocido como el Nido de Pájaro debido a la red de acero que cubre su exterior, que albergó las competiciones más importantes de los pasados Juegos Olímpicos que se celebraron en la capital china en 2008. Las autoridades de este país llevan años rompiéndose la cabeza para organizar eventos varios que no condenen a la macroconstrucción al ostracismo. El mismo Zhang Yimou, que fue el encargado de dirigir la ceremonia de apertura de aquellos Juegos Olímpicos dejando maravillados a casi todo el mundo, dirigió y produjo una representación de la ópera Turandot en 2009. Otros acontecimientos importantes que han tenido lugar desde entonces han sido la final dela Supercopa de Italia, conciertos de música pop e incluso hace muy poco se reconvirtió el espacio en una gran pista de esquí donde los ciudadanos podían disfrutar de una actividad que les queda un poco alejada. De todas maneras, el alto costo de construcción del complejo, estimado en tres billones y medio de yuanes (unos quinientos cincuenta y cinco millones de dólares), y el alto precio de su manutención, sobre unos ciento setenta millones de yuanes anuales, han obligado a buscar medidas de urgencia.
Y en la primera persona en que se ha pensado para reflotar el proyecto ha sido en la figura de otro director chino, Lu Chuan, un cineasta de reconocimiento internacional desde que ganara la Palma de Oro del Festival de Cannes con su estimable film Ciudad de Vida y Muerte (Nanking, Nanking, 2009). Lu está preparando un nuevo espectáculo titulado Atracción, del que han trascendido pocos detalles hasta la fecha, aunque se sabe que su puesta de largo tendrá lugar en el próximo otoño y que el tema central del espectáculo será el de una historia de amor multimedia. No deja de ser curioso que se haya encargado un proyecto de tal calado a un realizador que tan sólo cuenta con cuatro trabajos en su filmografía, aunque ya está considerado por crítica y público como uno de los mejores directores de su generación. El director se ha tomado el reto con ganas, comentando que va a suponer algo así como un proceso de aprendizaje a marchas forzadas.
Por nuestro colaborador Francisco Nieto