Parece que fue ayer cuando el Festival Internacional de Cinema d’Autor de Barcelona (D´A 2012) cerraba sus puertas y sin apenas darnos cuenta ya encaramos una nueva e ilusionante edición. De entrada el menú parece tan apetecible como el año anterior, sobretodo debido a que la mayoría de sus propuestas difieren de manera radical de la multitud de títulos insustanciales que inundan nuestras famélicas pantallas semana tras semana. Como si se tratara del último refugio para cinéfilos indignados, aquí no existe lugar para Vengadores, Transformers o megasuperbatallas navales contra alienígenas. Este es un Festival para huir de lo banal, del estruendo más atronador y dejarte mecer por las sugerentes imágenes que invitan a la más absoluta de las reflexiones y el sosiego.
Si echamos una primera ojeada al extenso listado de directores que enseñarán sus últimas propuestas lo cierto es que dan ganas de echarse a llorar… pero de alegría: Claire Denis, Werner Herzog, Johnnie To, Nuri Bilce Ceylan, Bruno Dumont, Santiago Mitre, Andreas Dressen, Raya Martin, Albert Serra o Judith Colell son nombres que sonarán a chino mandarino a aquellos consumidores compulsivos de insípidos blockbusters pero que son sinónimo de compromiso, militancia y, en definitiva, de diferencia. Fotogramas con pedigrí frente a fastfood insustancial que proporcionan un magnífico masaje a nuestras neuronas. Preparémonos pues para disfrutar de diez días de Shangrilah fílmico con mayúsculas, y para dejarnos seducir por una completa selección de trabajos confeccionados conscientemente a contracorriente.
Pero como no todo puede ser miel sobre hojuelas, en el horizonte se atisban algunos nubarrones que amenazan con descargar tormenta: ¡Tres películas asiáticas en la totalidad de la programación! Un exiguo número de films que suponen la mitad de los exhibidos durante la edición de 2011. Se puede afirmar sin temor a equivocarnos que los amantes del cine oriental no estamos precisamente de enhorabuena. La suspensión (ojalá momentánea) del Casa Asia Film Week, auténtico oasis para todos aquellos espectadores a los que se le hace interminable el tiempo que transcurre entre una y otra edición del Festival de Sitges, unido a la ínfima programación de títulos asiáticos en este D’Autor 2012 nos dejan un panorama bastante desalentador. Un certamen que tiene como santo y seña el trabajo autoral no debería prescindir de forma tan ligera miradas tan esenciales como las que llegan de países como China, Japón o Corea del Sur, por poner un ejemplo de cinematografías ricas en propuestas de este tipo. El público catalán en general y barcelonés en particular estuvo durante muchos años muy bien acostumbrado con su cita anual del desaparecido BAFF (Barcelona Asian Film Festival), y habida cuenta de que alguno de sus organizadores de aquel añorado festival, donde se tomaba el pulso de manera directa al cine realizado en unos países que no tienen la posibilidad de asomar la cabeza en la cartelera convencional, repiten en el organigrama de esta fiesta del cine independiente que nos ocupa, deberían haber realizado un esfuerzo extra para incluir alguna obra más proveniente de tierras cada vez más lejanas cinematográficamente hablando. Además, habrá que ver si la crisis galopante que nos atiza sin desmayo en los últimos tiempos afecta de algún modo al funcionamiento del Festival, y si sus hacedores han tenido que realizar auténticos ejercicios de equilibrismo con un presupuesto ajustado y cómo eso habrá afectado al devenir de los acontecimientos.
De todo esto y mucho más hablaremos a lo largo de estos días, cuando llegue la hora de pasar cuentas y hacer balance de un certamen que se presenta como una magnífica y entusiasta oportunidad de disfrutar de muy buen cine. A fin de cuentas, festival, cine y autor son tres palabras que los más golosas que queremos empezar a degustar desde ya mismo. Abróchense los cinturones porque despegamos…
Por nuestro colaborador Francisco Nieto