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La película más imaginativa del año tiene nombre de mosca: “Eega”

09/11/2012

Es cierto que Holly Motors se ha convertido en una de las películas del año tras su pase por el Festival de Cine de Cannes y su paso triunfal por Sitges. Críticas positivas avalan el trabajo de Leo Carax y el de su principal protagonista Denis Lavant. Sin embargo, el título de la película más imaginativa de este 2012 tiene nombre propio, y no es otro que el de Eega.

Después de venir hablando en CineAsia durante unos meses de este film indio (perteneciente al mercado telugu, para ser más exactos), hace un par de días tuvimos la oportunidad de verlo. Si bien es cierto que el argumento de Eega habría sido desechado por cualquier ‘mayor’ hollywoodiense, pagándole a su autor con un bono para una sesión en el psicólogo, lo cierto es que S.S Rajamouli (que ejerce las tareas de director y guionista), logra dar vida a una idea que hubiera aumentado las ventas de cualquier empresa especializada en la producción de insecticidas. Muchas han sido las películas a lo largo de la historia cuyo argumento principal gira entorno a la reencarnación de uno de los protagonistas en busca de venganza (desde los fantasmas vengativos japoneses, al jinete sin cabeza protagonista de Sleepy Hollow, pasando por Jason y su máscara de jockey en Viernes 13). Pero desde luego, por mucho que pienso, es la primera vez que veo en pantalla a un insecto perteneciente al orden de los dípteros como el protagonista de la función.

Eega (mosca, en idioma original), como todo film que se precie en la industria del cine telugu es, en primer lugar, una comedia romántica. En este caso se centra en la historia de una pareja de jóvenes y su cómica historia de amor. Cómica para ella, ya que se ha pasado dos años dando largas a su joven amado, a pesar de los múltiples y variados intentos del muchacho por hacerse con su amor. Cuando la cosa se pone seria (a los 30 minutos de película), la presencia de un tercero en discordia (el malo de la función) pondrá fin a la relación de una forma drástica: matando al joven protagonista. Los espectadores pueden soliviantarse al pensar que todavía quedan unas dos horas de función… Es entonces cuando la comedia romántica, deja paso al film fantástico. Es el momento en el que el espíritu del joven, se reencarna en… una mosca.

El film firmado por S.S Rajamouli es divertido, sorprendente y tenazmente insistente con el público (en ese aspecto se parece a su principal protagonista). Plagado de efectos especiales imposibles, entre los que se encuentra el asistir al entrenamiento de nuestra protagonista «eega», donde pone a punto sus bíceps con los filamentos de una bombilla, la película es un divertimento para el espectador que asiste atónito a los planes de venganza que orquesta la mosquita “muerta”, en colaboración con la joven “viuda”. Tras pellizcarse unas cuantas veces para comprobar que lo que uno está viendo es real, el espectador comprueba que todo es posible: desde confeccionar una máscara para que Eega no sufra los efectos de los insecticidas, como si se tratara de un superhéroe, a asistir al primer número musical con moscas realizado en la India.

¿Veremos algún día este film en Europa…? Eega, que con sus cientos de efectos digitales, costó la cantidad de 6 millones de dólares, se ha convertido en un blockbuster en el mercado telugu y tamil (recaudando 6 veces la cifra invertida). Las críticas han sido positivas, tanto a nivel nacional, como en medios especializados internacionales (Twitch, por ejemplo). Que se estrene en una sala comercial española, es tan difícil como que Torrente se convierta en el próximo alcalde de Madrid (no es por falta de ganas), pero quién sabe si Eega no sobrevolará por alguno de los festivales especializados de España el próximo año.

Desde luego verla en el Retiro, con el público cargado de insecticidas, sería una auténtica y divertida locura.

Enrique Garcelán (CineAsia)

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