MENU

Recuerdos desde Fukushima: la tragedia del 2011 a través del cine

20/12/2017

Japón es sin duda uno de los países asiáticos (junto a Taiwán, Filipinas, Indonesia y Malasia) sometido a una mayor actividad sísmica y volcánica debido a su situación geográfica: el Cinturón de Fuego del Pacífico. Este hecho ha tenido una fuerte influencia en el cine. El séptimo arte ha trasladado a la gran pantalla, ya sea en forma de documentales o de superproducciones, gran parte de las catástrofes naturales que han acontecido a lo largo de la historia del país. Desde el Gran terremoto de Kanto en 1923, que se cobró 140.000 vidas, al terremoto de Kobe de 1995, de una magnitud de entre 6,8 y 7,3 grados en la escala de Richter. El estreno en España de la película Recuerdos desde Fukushima el próximo 29 de diciembre, nos lleva a reflexionar acerca de algunas producciones que han reflejado en la gran pantalla lo que sucedió en Japón el 11 de marzo de 2011.

 

El desastre de Fukushima

El 11 de Marzo de 2011 un maremoto de escala 9.0 en la costa este de Japón con epicentro cerca de la isla de Honshu provocó una reacción en cadena de dramáticos acontecimientos: la breve sacudida de 150 segundos, fue suficiente para crear una ola de 15 metros que llegó 10 kilómetros tierra adentro, inundando 560 kilómetros cuadrados, destruyendo más de 200 pueblos costeros y llevándose la vida de más de 19.000 personas.

La central nuclear de Fukushima Daiichi también fue sacudida por el tsunami. Como resultado, se produjo una fusión del núcleo de tres de los seis reactores que provocó una importante fuga de radioactividad. 170.000 personas fueron evacuadas de la región teniendo que abandonar sus hogares a causa de ésta. Gracias a una estimación del total de la fuga de productos radiactivos, la Comisión Supervisora de Energía Nuclear de Japón declaró el peor de los escenarios otorgando el rango máximo de 7 en La Escala de Internacional de Sucesos Nucleares.

A día de hoy la zona sigue inhabitable y seguirá así en las próximas décadas. Incluso ahora, 6 años después de la catástrofe, miles de personas siguen viviendo en refugios. Las personas afectadas, más de 2.000.000, han de seguir haciéndose chequeos regulares durante años. Sólo recientemente, en Octubre de 2015, el Ministerio de Salud de Japón, ha confirmado que existe conexión entre la leucemia que padece un ex trabajador de la central nuclear con la fuga de material radioactivo.

 

Fukushima en el cine

De la voluntad de resaltar los valores amenazados por la naturaleza nació la idea de producir el documental 3.11 A Sense of Home Films, una serie de 20 cortometrajes de 3.11 minutos (estos 3 minutos y pocos segundos, son justamente el tiempo que tardó el agua en llevarse por delante centenares de casas y vida humanas). La realizadora nipona Naomi Kawase se puso en contacto con varios directores de cine de todo el mundo para que rodaran su propia visión sobre las consecuencias del tsunami tan solo basándose en la idea del «hogar». Entre otros nombres conocidos de directores internacionales se pueden encontrar Víctor Erice, Naomi Kawase, Apichatpong Weerasethakul, Jia Zhangke, Kaori Momoi, Leslie Kee, Isaki Lacuesta, Bong Joon Ho, Zhao Ye, Toyoko Yamasaki, Pedro Gonzales Rubio, Naguib Razak, Wisut Ponnimit, So Yong Kim, Jonas Mekas, Takushi Nishinaka, Shunji Dodo. El resultado, la película 3.11 A Sense of Home Films se proyectó en el mes de septiembre de 2011 en el Festival de cine de Nara, además de iniciar un recorrido por toas las zonas afectadas por el desastre, con el objetivo de ayudar a los damnificados.

El 11 de marzo de 2011, Sion Sono, uno de los realizadores más controvertidos del panorama de cine japonés, tenía a punto el guion de su nueva película, Himizu, basada en el manga homónimo de Minoru Furuya. La noticia del terremoto y posterior tsunami que asoló a la costa este del Japón le sorprendió con los preparativos del rodaje. Tan afectado quedó por aquella información que el director inició la reescritura del guion. Meses más tarde, la proyección de la película en el Festival de cine de Venecia, acabó con una ovación de más de cinco minutos por parte del público asistente. Himizu (Sion Sono, 2012) explora el malestar existencial de dos adolescentes que viven atrapados por el odio y los malos tratos de sus respectivas familias. Ambos están predestinados y deberán superar los obstáculos que les envuelven, tsunami incluido. Según palabras del director «Hice la película para darle esperanza a Japón después del terremoto«.

Una esperanza que el director abordó en su siguiente producción, centrada en el terremoto que sufrió la ciudad de Fukushima en Marzo de 2011 (no en vano parte del rodaje se llevó a cabo en el mismo desierto de Fukushima). Sono, acostumbrado a dirigir films donde la violencia explícita suele ser una de sus tarjetas de visita referidas, ofrece en esta ocasión la impresión de una realidad que, como se suele decir, ha superado la ficción con creces. Ante la magnitud de las tragedias acontecidas por el terremoto y tsunami, el director ha decidido rodar películas en las que cobran protagonismo las víctimas directas de la barbarie y su situación de desamparo ante algo que les supera. En The Land of Hope (Sion Sono, 2012), intenta medir de manera harto convincente y realista (como hacen con regularidad los  protagonistas de la película con un contador Geiger), la magnitud de la catástrofe haciendo balance de las consecuencias que ésta ha acarreado entre los habitantes de las poblaciones limítrofes.

Otro caso especial merece la película Trace of Breath, (Haruka Komori, 2017), que se alzó con el Premio del Jurado en el pasado Festival de cine Japonés de Kinotayo el pasado mes de noviembre. Graduada en la Escuela de Cine de Tokio, Haruka Komori, cuatro años después de la tragedia de Fukushima decide mudarse a Sendai, la ciudad más grande de la región afectada por la catástrofe. Allí funda la asociación NOOK para la transmisión de la memoria al tiempo que rueda su primer largometraje: el documental Trace of Breath. Durante tres años y ocho meses documenta la vida y la evolución de los habitantes de Rikuzentakata tras el desastre. La figura principal y motor de la película es Teiichi Sato, un vendedor de semillas que posee una pequeña tienda al lado de la carretera en Rikuzentakata. Sato perdió su casa y negocio en el tsunami, teniendo que reconstruir su vida desde cero tras la catástrofe.

La tragedia de Fukushima no sólo ha sido llevada al cine por directores japoneses. En 1985 la alemana Doris Dörrie hizo su primer viaje a Japón cuando su película En mitad del corazón, fue presentada en el Festival Internacional de Tokio. “Me quedé tan fascinada por Japón que hice autostop por el país y disfruté perdiéndome por él. Una y otra vez, completos desconocidos me tomaban de la mano y me mostraban el camino. Nunca me he sentido tan cuidada y mimada en un país extranjero y esa sensación me causó una profunda impresión: ser una extranjera y sentir que todo el mundo se preocupaba por mí”.

Desde aquel primer viaje la directora ha estado unas 25 veces más en Japón, ha viajado por todo el país sumergiéndose profundamente en la cultura japonesa y tomándola como referencia para sus películas. Su primera película situada en Japón Sabiduría garantizada (2000) y también Cerezos en flor (2008) cuentan historias desde la perspectiva alemana de personajes alemanes que viajan a Japón. El comienzo de la trama de ambas acontece en Alemania. Con Recuerdos desde Fukushima (2016) esto cambia por primera vez.

La directora describe la génesis del film en los siguientes términos: “El punto de partida de la película se sitúa en el mismo Japón. En Noviembre de 2011, 6 meses después de la catástrofe viajé a Fukushima. Allí tuve dos encuentros que dieron un empujón a la película. Me encontré con un hombre que estaba en frente de los cimientos de su casa destruida. Medio año después aún no entendía que es lo que le había pasado. Había perdido a toda su familia, su casa, sus pertenencias, su vida entera. Durante nuestra conversación repetidamente decía “No puedo entender lo que me ha pasado». Dörrie visitó los refugios prefabricados en los que las víctimas de la catástrofe aún siguen viviendo hoy en día. Allí se encontró con mucha gente, sobre todo mujeres mayores, las jóvenes habían dejado la región, y vio que estas comunidades de vivienda estaban dominadas por el estancamiento y el aburrimiento.

 

Listado de películas centradas o relacionadas con la tragedia de Fukushima

  1. 3.11 A Sense of Home (Victor Erice – segment «Ana, Three Minutes», Naomi Kawase – segment «Home», Jia Zhangke – segment «Alone Together», Kaori Momoi – segment «Heartquake», Apichatong Weerasethakul – segment «Monsoon», Isaki Lacuesta, Bong Joon-Ho, 2011)
  2. No Man’s Zone (Toshifumi Fujiwara, 2011 documental)
  3. Women on the Edge (Masahiro Kobayashi, 2011)
  4. Nuclear Nation (Atsushi Funahashi, 2012, documental)
  5. Odayaka (Nobuteru Uchida, 2012)
  6. Japan’s Tragedy (Masahiro Kobayashi, 2012)
  7. The Land of Hope (Sion Sono, 2012)
  8. Himizu (Sion Sono, 2012)
  9. River (Ryuichi Hiroki, 2012)
  10. Friends after 3.11 (Shunji Iwai, 2012)
  11. Case of Kyoko, Case of Shuichi (Eiji Okuda, 2013)
  12. Cold Bloom (Atsushi Funahashi, 2013)
  13. Reunion (Ryoichi Kimizuka, 2013)
  14. Since then (Makoto Shinozaki, 2013)
  15. The Horses of Fukushima (Yoju Matsubayashi, 2013)
  16. The House of Rising Sun (Takafumi Ota, 2013)
  17. Homeland (Nao Kubota, 2014)
  18. Fukushima: A Town of Love and Hope (Hiroshi Kanno, 2014)
  19. Sharing (Makoto Shinozaki, 2016)
  20. The Seal Of The Sun (Futoshi Sato, 2016)
  21. Recuerdos desde Fukushima (Doris Dörrie, 2016)
  22. Trace of Breath, (Haruka Komori, 2017)

Un reportaje de Enrique Garcelán

Cerrar

DESEO SUSCRIBIRME

A LA NEWSLETTER DE CINEASIA