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Festival Nits de Cinema Oriental 2020 (parte 1): Un arranque brillante

26/07/2020

Arranque brillante del Festival Nits de cinema Oriental de Vic

A pesar de las adversidades. Este 2020 será recordado como el de la gran crisis sanitaria del COVID. El Festival Nits de cinema Oriental arrancó el pasado jueves y lo hizo a lo grande. Medidas de seguridad en todos los espacios del evento. Un público fiel que seguía al pie de la letra las indicaciones de la organización. Mascarillas, gel, y mantenimiento de la distancia de seguridad. Sin duda, lo que han demostrado estos dos primeros días de Festival es que la cultura es segura, y, lo más importante, nos acerca a otras culturas y países, en este caso al cine y la cultura asiáticas.

La jornada inaugural no podía iniciarse de mejor manera. Con un cine Vigatà lleno (al 50% como estipula el protocolo de seguridad). Un cine repleto de niños que fueron un ejemplo de cómo comportarse en una sala de cine en la llamada ‘nueva normalidad’. Y para empezar nada mejor que la animación. The Legend of Hei es la confirmación de que la animación china está ganando terreno a marchas forzadas. La historia del gatito Hei (mitad humano, mitad animal) es un maravilloso cuento donde la naturaleza brilla como en las producciones Ghibli. Una delicia que el público aplaudió como en las mejores galas.

¿Quién es capaz de resistirse a sentirse por una vez Bruce Lee? El maestro de las artes marciales que vivió más allá de su propia vida en las películas que se realizaron siguiendo su estela. Una de estas, quizás la más entrañable de todas Enter the Fat Dragon (Sammo Hung, 1978) se convirtió en el clásico recuperado este año por las Nits. Enter the Fat Dragon, a pesar de sus años, sigue divirtiendo al espectador como en su estreno. La cinta dirigida por Sammo Hung sabe reírse de sí misma a la vez que rinde homenaje al maestro Bruce Lee. Un detalle para el cinéfilo aficionado a las artes marciales: la aparición en un papel secundario del actor y director Fung Fung, director de The Kid, la primera película de Bruce Lee como protagonista a sus doce años.

En el Casino de Vic, la prensa acreditada acudió a la recepción oficial que el Festival había organizado a uno de sus principales colaboradores: el HKETO de Bruselas, la institución hongkonesa con base en la capital europea que desde hace diez años participa en las Nits. Un acto sencillo y emotivo, online, que puso de relieve la importancia que tiene el cine de Hong Kong, tanto para el Festival como a nivel internacional.

Sin duda una de las cintas más esperadas del día era la hongkonesa I’m Livin It (Danny Wong, 2020). Un proyecto personal del actor Aaron Kwok que nos habla de las diferencias sociales, y de la aparición de indigentes en la excolonia británica. La película es un golpe duro en el estómago. La película, metáfora de una sociedad en la que no se ve al invisible, tiene la fuerza de ser tan real que apenas si puedes contener las lágrimas en algunos de sus pasajes. Con un título que juega con el eslogan de McDonalds (I’m Loving it), ya es en estos restaurantes abiertos 24h, donde se refugian aquellos que carecen de recursos.

Wild Wild Bunch con tres rostros carismáticos del cine de Hong Kong: Tony Leung, Louis Koo y Simon Yam nos devuelve al cine trepidante, puro entretenimiento que se hacía en Hong Kong a finales de los años ochenta y en los noventa. Una vuelta al heroic bloodshed, al thriller que nos gusta en toda regla. Una historia de policías infiltrados, de honor, que el maestro Wong Jing sabe llevar a su terreno junto a Jason Kwan.

La jornada inaugural tuvo su punto más brillante cuando la luz del día iba cayendo y la Bassa de los Hermanos acogía al público en la primera proyección al aire libre. Una jornada cinematográfica con cena cantonesa, que se complementó con una muestra de Tai Chi, con los parlamentos oficiales, y con las dos películas que pusieron el broche al primer día de Nits. ¿Qué podemos esperar de Enter the Fat Dragon 2020? Todo lo que imagináis y más, está condensado en la hora y media que dura la película. Acción trepidante, un Donnie Yen tan espectacular como la dirección de acción, y una buena dosis de comedia. Un genial arranque que tendría su continuación en una de las películas más comentadas antes del inicio del Festival: Monty Phyton 2, con un póster que impresiona. Si os gustó Serpientes en el avión. Si sois fans de la saga Sharknado. Si The Asylum es una de vuestras productoras favoritas. Si disfrutáis con los lanzamientos del sello Trash-O-rama. Monty Phyton 2 es vuestra película. Hay que verla para creerla.

Japón, país destacado en la segunda jornada de las Nits

La segunda jornada comenzaba con uno de los puntos habituales del Fesnits: la sesión Tokusatsu. Ya es tradición que los superhéroes japoneses, que inevitablemente conocemos en occidente por su versión con los Power Rangers, tengan su espació en la programación, y esta vez regresaban los héroes de la prefectura de Chiba, la saga Yatsurugi. El público salió encantado de esta nueva historia, la novena entrega de la saga, en la que los juguetes tenías un papel protagonista.

Seguía el día dedicado a Japón con el estreno nacional de tres películas que sirven como complemento perfecto a una de las mejores series anime de los últimos años. Psycho Pass: SS Case 1,2 y 3 expanden la serie original con tres nuevos casos, protagonizados por sus personajes, que pueden verse de manera independiente. Una gozada regresar a ese mundo distópico en el que un sistema controla la posibilidad de que sus ciudadanos cometan crímenes, controlándolos de manera preventiva.

Después de comer nos esperaba uno de los platos fuertes de esta edición, la sesión que estrenaba la última producción de la mujer galardonada con el Premio de Honor de este año. El Gat de la Sort iba a manos de Asami, la diva de la serie B japonesa, que nos dejaba estupefactos con un video de agradecimiento a la organización y a los fans en el que inevitablemente se emocionaba al hablar sobre el fin de su carrera, y la imposibilidad por las circunstancias de viajar a Vic para recoger el galardón, tal como estaba previsto. Esa emoción siguió en buena parte en la proyección de Tunguska Butterfly, film final de su carrera en el que se mezcla el drama social con las escenas de acción.

Casi como si se tratara de Un asunto de familia en versión mucho más oscura y menos buenista, la historia sigue los pasos de una antigua presidiaria que intenta rehacer su vida, y reinsertarse en la sociedad, pero que ve como los prejuicios por su pasado son inevitables. Cruzará su camino con una niña a la que ve robando en una tienda, y al interesarse por ella descubrirá una situación que le recordará a la suya propia. La acción llegará a través de una subtrama criminal, con Asami en su salsa. Un final agridulce, y es que si bien el film es más que correcto, más todavía teniendo en cuenta su presupuesto, deja la sensación de ser el camino que la propia actriz habría querido seguir. Algo difícil en una industria cinematográfica japonesa en el que el espacio para todo lo que no sean producciones de grandes compañías es cada vez más escaso.

Friend Zone ponía una sonrisa en el rostro de los Nitòmans con su comedia romántica proveniente de Tailandia. El concepto pagafantas es global, tal como prueba esta historia de un joven enamorado de su mejor amiga desde sus días de instituto, a la que sigue y ayuda en todos los avatares de su vida, que no son pocos. Producida por GDH, la compañía de la recordada Bad Genius, este éxito de taquilla en su país nos lleva además de recorrido turístico por buena parte del sudeste asiático en una historia que funciona en buena parte por la química entre sus dos jóvenes protagonistas.

La noche japonesa en La Bassa comenzaba con la habitual cena, esta vez con la necesaria reserva para mantener las medidas sanitarias – y como el día anterior, con el cartel de completo desde unos días antes del evento-, que llegaba acompañada de una exhibición de Karate Do y Kubudo y un relajante concierto de Koto, ese instrumento tradicional japonés, a cargo de Ruids Katatsumuri. El músico consiguió crear una ambientación muy especial justo antes de la proyección de Her Blue Sky, con la que el dúo formado por Mari Okada y Tatsuyuki Nagai vuelven a emocionarnos utilizando casi los mismo elementos de su anterior proyecto juntos, El himno del corazón. Adolescencia y música vuelven a servir de hilos conductores para una historia sobre los sueños rotos, los sueños de futuro, y las segundas oportunidades. Simplemente maravillosa película que nos llega con el sello de Selectavisión.

Gran parte del público se perdió el final de la historia, y es que se esconde en los títulos de crédito del film. Mucho salieron corriendo hasta el Vigatà, donde esperaban el colofón final de la noche, el programa doble formado por Hydra, una propuesta de acción que sirve como debut directoral para un experto en la materia como el director de acción de títulos como Gantz o Inuyashiki, Kensuke Sonomura, y uno de los títulos más esperados del evento, y en estreno mundial, Crazy Samurai Musashi. Tal como promete, el film es un derroche de acción en plano secuencia, con Tak Sakaguchi interpretando al más famoso de los samurái, enfrentándose a 400 enemigos. EL film cuenta además con la presencia de Kento Yamazaki, uno de los jóvenes actores japoneses más populares, que se reencuentra con el que fuera protagonista de Versus después de colaborar en el blockbuster Kingdom. Un fin de fiesta que no decepcionó al público nitòman, que no debía dormirse demasiado: el fin de semana llegaba cargado de más cine asiático.

Un reportaje de Enrique Garcelán y Víctor Muñoz

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