Sucede año tras año. De la misma manera que el regreso de las vacaciones a la rutina diaria supone una montaña de tristeza, después de vivir a lo largo de 10 días el cine fantástico –y el asiático- al 100%, llega el momento de la depresión post-Sitges. Echaremos de menos, aunque parezca mentira por el cansancio acumulado, esas carreras desde un cine al otro, esos madrugones para llegar a la primera proyección de la mañana, o esas comidas en las colas para intentar ganar tiempo al tiempo. El cine asiático ha vuelto a tener un papel destacado en una edición memorable por muchos motivos, especialmente por la presencia de siete actores japoneses que se ganaron el cariño del público, pero traducido también en el palmarés con hasta 10 premios en diferentes categorías, más allá del buen sabor de boca que ha vuelto a dejar en el público la selección de las cinematografías asiáticas.
El iraní Hasan Majun se llevó el premio a la mejor interpretación masculina por su trabajo en Pig de Mani Haghighi, dando vida a un director cuya vida cambia drásticamente al entrar en la “lista negra” del país. El premio a los mejores efectos especiales volvió a recaer en Japón, esta vez para Inuyashiki, la adaptación manganime de Shinsuke Sato que llegará a nuestro país a través de Media3 Estudio. La transformación de un aburrido salariiman y de un adolescente en cyborgs con armas en su cuerpo capaces de asolar Tokio gustó en su paso por el Festival, y también al jurado. Otros premios técnicos que han recaído en producciones asiáticas son el de mejor fotografía para Panjar Kumar por Tumbbad, la producción de India que ha tenido un gran recibimiento y que también se ha llevado el premio Focus Àsia, y el de mejor música para Chu Ishikawa por Killing, el estudio sobre la violencia esta vez con un samurái como protagonista dirigido por Shinya Tsukamoto.
El premio del público de la sección Panorama Fantàstic fue a parar a la película coreana Monstrum, que servirá como inauguración del próximo Fancine Málaga; en la sección Anima´t Mamoru Hosoda volvió a llevarse el gato al agua con su Mirai, mi hermana pequeña, mientras que en Fantasic Discovery el premio a la mejor película era para otro film de animación, Maquia: When the Promised Flower Blooms, el film debut de la guionista de El himno del corazón, Mari Okada. Aunque The Night Comes For Us ha sido sin duda uno de los títulos más comentados de este Sitges 2018 ha sido la otra propuesta del indonesio Timo Tjahjanto la que se ha llevado nada menos que dos premios. El terror de May the Devil Take You se coronó como la mejor película de la sección Midnight X-Treme además de obtener una mención especial en el premio Focus Asia.
No ha entrado en el palmarés uno de los films más destacados de la Sección Oficial como Burning, el extraordinario regreso del maestro Lee Chang-dong, así como la que quizás sea la película más recordada de la edición, la japonesa One Cut of the Dead. Disfrutamos de la presencia de siete de sus actores, que derrocharon simpatía y cercanía en eventos más allá de las proyecciones, como la Zombi Walk. También pasaron por Sitges Macoto Tezuka, el hijo del dios del manga que presentó su film de culto Stardust Brothers, Lee Hae-jong, que entre baño y baño en la playa hizo lo propio con su remake de Drug War Believer, el filipino Khavn de la Cruz, que además de traernos su Bamboo Dogs se paseó por la ciudad junto a su familia, y Takumi Saitoh, un enamorado de Sitges que regresó para traernos su propuesta detrás de la cámara, el episodio de la serie Folklore, Tatami. Próximamente podréis leer sus correspondientes entrevistas en nuestra web además de en el Anuario Vol.3. Dejamos Sitges 2018 como es habitual, cansados pero muy contentos por el resultado de esta edición, pero sobre todo por los ratos compartidos con la familia cineasiática, y ya con la vista en el 2019; ahí nos espera Mad Max, el cine post-apocalíptico y, seguro, una buena cantidad de cine asiáitico.