No es la primera vez que nos encontramos con Ryoo Seung-wan y con su mujer y productora Kang Hye-jung, así que más que una entrevista, podría decirse que lo que mantuvimos en la pasada edición del Festival de Sitges fue una charla entre ‘amigos’ que se conocieron hace más de dieciséis años. Unos encuentros en los que ha habido anécdotas como que todo el cine Retiro le cantase el cumpleaños feliz a Kang Hye-jung, antes de la proyección de The Unjust
CineAsia – Mirando hacia atrás, observamos que casi siempre ha dirigido a actores, a excepción del principio de su carrera, en la película No Blood No Tears, que estaba protagonizada por dos actrices. Recordamos que hace diez años nos comentaba que no estaba preparado para dirigir a mujeres y que se conformaba con la dirección de actores. Nos comentaba que existe un dicho en Corea que dice “existen los hombres, las mujeres y las marujas” y añadía “existe otro más, las actrices (risas), aún no estoy preparado”. ¿Ya se ve preparado? Por qué en Smugglers tenemos a dos grandes actrices como son Kim Hye-soo y Yum Jung-ah.
Ryoo – No Blood No Tears fue mi segundo largometraje y ya ha pasado bastante tiempo desde que rodé con actrices como protagonistas. Ahora me siento más cómodo. Y en esta película he rodado con actrices no por ningún tipo de feminismo mal entendido, ni nada por el estilo: quería poner en primera línea a dos excelentes actrices y hacer una buena película.
CineAsia – ¿Cómo las convenció para participar en Smugglers?
Ryoo – Esta película se centra en las “haenyeo”, una palabra imposible de traducir ya que se refiere a una profesión que solo existe en Corea. “Haenyeo” es una profesión con siglos de historia, practicada por mujeres que bucean sin ningún soporte externo para recoger moluscos. De ahí que en esta película, las mujeres, eran imprescindibles. He tenido la suerte de trabajar con varias de las actrices con las que siempre quise hacerlo.
Cuando me reuní con ellas les dije “la historia se centra en unas haenyeo que en vez de recoger moluscos recogen contrabando” y, como si lo hubieran ensayado previamente, Kim Hye-soo y Yum Jung-ah me comentaron “¡quién podría hacerlo, sino nosotras!”. Pero de la misma forma que las protagonistas se engañan entre ellas, también me engañaron a mí (risas del director y de su productora). Resultó que Kim Hye-soo tenía pánico al agua desde que tuvo que realizar una escena esposada dentro de un coche que caía al agua. Por su parte, Yum Jung-ah no había nadado en su vida (risas). De las seis nadadoras de la película, solo una de las actrices sabía nadar, pero todas ellas durante la preproducción confirmaron ser buenas nadadoras: “sí, nos sentimos muy cómodas en el agua, ya verás como nos defendemos”.
Lo más sorprendente del caso es que me di cuenta de que no sabían nadar hacia el final del rodaje de la película, lo que significa que las actrices trabajaron muy duro para interpretar perfectamente ese papel y que nadie se diera cuenta de estas carencias previas. Creo que el mejor estafador es el que se estafa a sí mismo y así fueron nuestras actrices, estafadoras profesionales (risas). Si les pidiera que volvieran al mar, no sé si se atreverían (risas).
CineAsia.- ¿Cuándo se entera de que no saben nadar?
Ryoo – Para una película como Smugglers hay que ensayar y preparar con antelación las escenas de acción. En nuestro caso estuvimos más de tres meses practicando con clases de buceo. Casi al final del rodaje, cuando las actrices ya estaban tranquilas de que su secreto no interferiría en la marcha de la película, lo confesaron. En ese momento era tanto el metraje que se había rodado que ya no había marcha atrás. (risas)
CineAsia – Pues no se nota para nada…
Ryoo – Yo mismo no me di cuenta. Por eso digo que son excelentes.
CineAsia – Suponemos que surgió cierta amistad con Jo In-sung tras haber trabajado juntos en Escape from Mogadishu ya que vuelven a colaborar.
Ryoo – Si, conocí a Jo In-sung en Escape from Mogadishu y me enamoré de su profesionalidad y de su personalidad. Es un actor con tanta fama en Corea que el hecho de pedirle que haga un papel secundario parece casi un insulto, pero él lo acepto con mucho interés.
Hablando de Escape from Mogadishu, recuerdo la escena final donde cuatro vehículos escapan por la ciudad. De esos cuatro actores, dos no sabían conducir. Creo que soy un buen director por saber sacar todo esto adelante (risas). Claro, no puedo contratar a un asesino real para el papel de un criminal, por eso la interpretación que hacen los actores es tan increíble.
CineAsia- Lleva muchos años en la industria del cine como productora, de hecho ambos tienen una productora llamada Filmmaker R&K. ¿Cómo se maneja una compañía independiente entre monstruos como CJ, Showbox, Finecut…?
Kang Hye-jung – Simplemente lo intento. Gracias a excelentes directores, productores y guionistas estamos teniendo buenos resultados y la empresa siempre necesita esos roles de alta calidad profesional.
CineAsia ¿Cree que es difícil para una mujer trabajar una industria como la coreana?
Kang Hye-jung – Desde luego no ha sido nada fácil, especialmente al principio. Suelo compartir con mis compañeras más jóvenes una reflexión: Hay un dicho que dice “el que hace quitar la ropa al viajero no es el viento, es el cálido sol”.
En general esta industria tan masculina funciona por relaciones personales, en las que entra ir a tomar copas, o el entre copas. Desde el principio de mi carrera mi trabajo se ha basado en el guion y en la propia obra, así que realmente no pretendo competir con los hombres. Creo que a lo largo de los años he sabido encontrar un poco mi relación con la industria.
Actualmente no trabajo a ese nivel “de campo”. Tengo a productores y profesionales que trabajan ahí y yo estoy un poco más en segundo plano. Creo que hago bien mi trabajo motivándoles y dándoles apoyo para que mejoren profesionalmente.
CineAsia – Smugglers ha tenido unos 5 millones de espectadores en la taquilla coreana, la segunda en el ranking del boxoffice nacional. Todo un éxito dado como se encuentra la taquilla coreana tras el COVID, donde hemos visto un descenso general de los espectadores. Le preguntábamos a otros directores coreanos en el festival y uno nos decía que había una crisis en la industria y otro que más bien era un cambio de paradigma hacia como se ve el cine y que se necesitaba reflexionar acerca de eso. ¿Qué piensan sobre este tema?
Ryoo – Desde el año 2000 la industria cinematográfica coreana ha tenido un boom tremendo, no solo comercial sino también artístico. Quizás, el momento cumbre fue en 2019 con el estreno de Parásitos y Exit, que mostraron el máximo exponente hasta la fecha de una industria como la coreana y eso hacía que nos preguntásemos ¿Podrá crecer aún más?
Justo después comenzó la pandemia y claro uno se pregunta, quizás de una forma nada realista ¿Si no hubiera existido la pandemia la industria del cine coreano habría continuado creciendo? Yo creo que los cambios se producen porque varios factores concurren en un mismo momento, pero los cambios que estamos viendo se ven en muchas partes del mundo solo que en Corea se están notando más porque el crecimiento ha sido brutal antes de todo esto. Es imposible prever que pasará en el futuro pero lo que siempre me repito, y comento con mis compañeros, es que es importante hacer buenas películas.
Hay que diferenciar bien si es lo mismo una crisis en la taquilla o una crisis cinematográfica, yo creo que no, por eso los directores simplemente tenemos que hacer bien nuestro trabajo que es hacer buenas películas.
Una entrevista de Gloria Fernández (CineAsia) y Jorge Endrino (Asiateca) en Sitges 2023