La cinematografía de Irán está en auge en estos últimos años y cada vez nos llegan propuestas más diversas que se añaden a los filmes de los grandes nombres como Asghar Farhadi (Un héroe) o Jafar Panahi (Tres caras), cuya obra estamos acostumbrados a ver. El perdón (2021), de la actriz y directora debutante Maryam Moghadam, es un ejemplo de este “nuevo” cine (o al menos nuevo para el espectador occidental) iraní que llega con tanta fuerza. El perdón llega a nuestras salas tras un exitoso paso por el circuito de festivales, estando en la sección oficial del Festival de Berlín y ganando el premio a la Mejor nueva directora en el SEMINCI de Valladolid.
La propia directora, Maryam Moghadam, interpreta a la protagonista Mina, una mujer cuyo marido es condenado y ejecutado, por lo que deberá vivir las consecuencias dramáticas en una sociedad injusta y misógina. La historia resulta extremadamente personal para la directora, ya que su padre fue condenado a muerte por motivos políticos y su madre tuvo que pasar por todo lo que pasa Mina. En El perdón, el marido de Mina es condenado por asesinato y no por motivos políticos, pero poco a poco iremos viendo cómo quizás no ha sido una pena justa, difuminando la frontera entre la realidad de la vida de Maryam y la ficción de la película.
Sobre la sociedad iraní…
Uno de los puntos fuertes de la película es que es capaz de hablar de muchos temas muy relevantes en la sociedad iraní, a la vez que es corta (poco más de hora y media) y tiene un guion sólido con unos giros que nos dejarán sentados en la butaca hasta el final, por lo que no se hace nada pesada. En cierto sentido, El perdón se sitúa en una especie de término medio entre los dramas de Farhadi y las críticas sociales de Mohammad Rasoulof (La vida de los demás).
Aunque la mayoría de los temas resultan interesantes, el foco de la película recae en el personaje femenino y sus dificultades particulares como mujer en el contexto de una sociedad opresiva. Es en este punto donde la película funciona mejor, ya que aborda un tema muy recurrente en el cine iraní contemporáneo, pero desde un punto tan personal (y a la vez universal) que resulta muy potente y efectivo. En palabras de la protagonista: que un juez le dé la razón a una madre viuda en Irán (aunque podríamos hablar de mujer en general) es literalmente “un milagro”.
Otro tema capital en El perdón, y recurrente también en el cine iraní contemporáneo, es el de la pena de muerte. En este punto, quizás no sea tan efectiva y chocante como La vida de los demás, pero igualmente sirve como un fuerte alegato contra la pena de muerte y el sistema judicial iraní. Además, también supone una reflexión sobre el perdón y la posibilidad de éste: ¿hasta qué punto podemos ser capaces de perdonar a aquellos que más daño nos han hecho?
En definitiva, El perdón es una magnífica opera prima, sólida en todos sus aspectos y que nos deja con varias imágenes que quedarán en la retina del espectador, y que auguran un gran futuro para Maryam Moghadam y también para el cine iraní, que cada vez llega con más fuerza a España.
Por Josep Santcristòfol