Gran Premio del Jurado en Cannes 2024, 2 nominaciones a los Globos de Oro, y otros ‘veintipico’ premios en distintos festivales del mundo, esta coproducción independiente entre India y diversos países europeos se estrena ahora en nuestras pantallas y su directora pasó por España para promocionar su película, All We Imagine As Light, o como aquí se llama La luz que imaginamos.
Y precisamente por la profusión de premios que ha recibido el film y sus recientes nominaciones a los Golden Globe preguntamos a Payal Kapadia: “Lo más significativo y relevante de estos premios y nominaciones es que vamos a poder volver a estar en las salas de cine de India. Vamos a estrenar de nuevo en 10 salas, lo cual es todo un éxito porque no es fácil distribuir películas como esta en una industria como la india.” La película se había estrenado a finales de noviembre 150 salas en el país, pero en su segunda semana cayó a solo 48, con lo que tener esta segunda oportunidad, para una película como esta es todo un logro, además siendo una película sobre mujeres y, además, dirigida por una mujer.
Aunque ella no le da demasiado crédito a esto último: “No creo que el hecho de ser mujer afecte tanto como el hecho de ser cineastas independientes; en el “off-Bollywood” todo el mundo está llorando. Solíamos tener un fondo nacional de ayudas, pero desde hace dos años ya no existe… Es difícil de entender, la verdad. Pero debo darles cierto crédito, pues sí que nos quitaron los impuestos a pagar porque era un proyecto con financiación de otros países extranjeros. En una película de bajo presupuesto como esta, si hubiéramos tenido que pagar los impuestos que deberíamos, hubiéramos tenido muchos problemas para acabarla.”
Suiza, Francia, Luxemburgo, Italia… La luz que imaginamos es una película india sin ningún tipo de ayuda de India: “No tuvimos ningún tipo de subvención gubernamental, ningún tipo de ayuda de ningún estudio… Además, para hacer una película de la manera que yo quería hacerla, era mejor no tener ningún estudio detrás, para no tener ningún tipo de intrusión por parte de la productora. Así que para nosotros fue mejor ir a distintos países e ir obteniendo pequeñas subvenciones de cada uno de ellos, y así hacer el film independiente que quería hacer. Incluso las grandes plataformas que dicen dejarte libertad, en un país como el mío, el capitalismo básicamente es una farsa.”, nos cuenta Payal, una cineasta que empezó estudiando sociología y economía en la universidad antes de dedicarse al cine.
“Para entrar en la Escuela de Cine necesitaba primero tener un grado, una licenciatura. Así que escogí Sociología y Economía para ganar conocimiento y experiencia en temas políticos y sociales y así tener cierto discurso propio sobre estos asuntos, y después entré en la Escuela, aunque no en mi primer intento (quise estudiar edición y montaje, pero no saqué la puntuación necesaria), sino a la segunda convocatoria que solicité estudiar dirección de cine. Así que primero hice un curso sobre medios audiovisuales y empecé a ser asistente en la dirección de diversos directores en Mumbai (que es más fácil).” De hecho, en su primer trabajo ‘largo’, aplicó sus conocimientos sobre la historia social y política de Mumbai y sobre los sindicatos de trabajadores y estudiantes, y como resultado fue el documental también premiado internacionalmente A Night of Knowing Nothing (2021).
La luz que imaginamos podría recordarnos a otros films como Parched/La estación de las mujeres (2015) de Leena Yadav, o Lipstick Under my Burkha (2016) de Alankrita Shrivastava, por ejemplo… Películas que abogan por esa palabra tan de moda hoy en día como es la “sororidad” femenina. Payal se desmarca en cierto modo de esta afirmación: “Es una película sobre lo que tenemos, sobre nuestras vidas en realidad… En nuestra industria tenemos multitud de films dirigidos por hombres cuyos protagonistas son hombres que hablan sobre su amistad y no los llamamos bajo ningún nombre parecido a ‘films sobre la amistad masculina’. Mi película no es nada especial en ese sentido, no lo veo así, solo es una película hecha por mujeres que hablan sobre sus propias vidas. Pero como hay tan pocas mujeres haciendo cine de mujeres y sobre mujeres, es por lo que puede verse como algo extraordinario, pero en realidad no lo es.”
En la película, otro aspecto interesante es que la ciudad de Mumbai se cuela en cada resquicio para imponerse como un personaje más, con lo que podríamos decir que La luz que imaginamos también podría definirse como un “film de ciudad”, al igual que Edward Yang hizo con su Taipei Story (1985) o Satyajit Ray con Pratidwandi/The Adversary (1971), película esta última que resulta ser una de las favoritas de Payal: “Es uno de mis films favoritos. Y es que amo los llamados ‘films de ciudades’ como otros tantos films como Millennium Mambo de Hou Hsiao Hsien, o los de Wong Kar-wai o también Cleo de 5 a 7 de Varda, News from Home de Chantal Akerman… solo por citar algunos. Mumbai está llena de contradicciones. Desde un punto de vista femenino, para las mujeres es una ciudad más abierta comparada con otros estados o partes de India, es más anónima y puedes ir de la mano de tu novio paseando por la calle. Pero, por otro lado, no es una ciudad fácil de recorrer, es una ciudad difícil de manejar, es muy cara para alguien con pocos recursos.”
Sobre la forma de sus trabajos, en esta su última película también se ve, esa mezcla entre ficción y documental que, según Payal Kapadia le genera una sensación de libertad: “Se crea un nuevo formato, se crea una nueva realidad, una nueva verdad; disfruto creando esa atmósfera podríamos decir lírica o poética en mis películas, así la realidad se hace mucho más llevadera. La belleza y la poesía me dan confort en un mundo que es loco y muy violento. Me gusta hacerlo de esta manera para esperar/desear un futuro mejor.”
La directora no solamente dirige y edita sus películas, sino también escribe sus propios guiones. Al respecto, Payal nos relata: “Mi momento favorito es escribir, cuando estoy escribiendo el guion, cuando busco información, cuando visito distintos lugares… Es como si fuera un estudiante de investigación. Disfruto mucho, aprendo mucho sobre el comportamiento humano. Y, claro, escribiendo también, casi cada día me paso cada mañana escribiendo durante tres horas.”
La “luz” del título, para nosotros son esas tres mujeres protagonistas de la película… Para Payal, la “luz” está más cerca de la palabra “posibilidad”: “En nuestra sociedad, la parte moral, la tradición, es parte importante de nuestras vidas y tendemos a creer que esa es la única manera de hacer las cosas (sobre todo en referencia al personaje de Prabha). Así que el hecho de que diga adiós a su ‘marido fantasma’, es algo nuevo, es una posibilidad que nunca ha visto hasta ahora. De ahí que para mí ‘luz’ sea igual a ‘posibilidad’ y a ‘esperanza’ también… Además, en lengua malayalam, el nombre de ella, significa ‘luz’.”
Una entrevista de Gloria Fernández