País: Corea del Sur. Año: 2014. Director: Kim Han-min. Intérpretes: Choi Min-sik, Ryoo Seung-ryong, Jin Goo, Kwon Yool, Cho Jin-woong. Género: Acción/Épica. Duración: 128 mins.
Decir que esta película lo ha petado en Corea es quedarnos cortos: casi cinco millones de entradas vendidas en sus primeros cinco días de exhibición y más de veintiún millones de entradas desde su estreno (récord absoluto de todos los tiempos en el box office del país, superando incluso a Avatar con una taquilla de más de ciento treinta millones de dólares) no es poca cosa, y es que estamos ante uno de los fenómenos cinematográficos asiáticos más importantes de los últimos tiempos. La película narra la historia, basada en hechos reales, del almirante Yi Sun Shin, a quien da vida de forma majestuosa el siempre excelente Choi Min-sik (qué bien le sienta a este hombre un buen chorretón de sangre surcándole su hierático rostro). Yi, tal vez el militar más venerado por los coreanos de todos los tiempos, fue el líder del ejército coreano en la batalla naval de Myeong-ryang, en la que con tan sólo trece barcos venció a la armada japonesa que contaba con la friolera de trescientos navíos. Desde luego una hazaña sin precedentes en la historia militar mundial.
El film se divide en dos partes bien diferenciadas: en la primera se nos pone en situación de la proeza que están a punto de acometer y como algunos de los soldados expresan sus miedos e incluso cobardías ante lo que consideran una muerte segura. Al almirante no le tiembla el pulso y llegará incluso a tomar decisiones extremas con tal de mantener la disciplina. Reuniones entre altos mandos para planificar la estrategia y posicionamiento de ambos bandos dará lugar a una segunda mitad donde el despiporre en forma de espectaculares batallas marítimas y acción deslumbrante a mansalva cobrarán protagonismo. Una auténtica gozada visual que lleva el cine épico a cotas casi inigualables.
Lo mejor: El segundo segmento del film es para dejarse las manos aplaudiendo.
Lo peor: Hay tantas ganas de que empiece la acción que la primera hora se hace un pelín lenta.
País: Corea del Sur. Año: 2014. Director: Lee Suk-hoon. Intérpretes: Kim Nam-gil, Kim Tae-woo, Son Ye-jin, Yu Hae-jin, Sulli. Género: Acción/Aventuras. Duración: 130 mins.
Un dato a tener en cuenta es el de que en el pasado Film Market del Festival de cine de Cannes The Pirates fue vendida, nada más y nada menos, que a quince países para su estreno (por supuesto España no era uno de ellos). Y no nos debe extrañar porque, sin exagerar un ápice, estamos ante uno de los entretenimientos más desopilantes de los últimos años. Desde el pistoletazo de salida hasta los créditos finales atendemos a un sinfín de escenas donde se dan la mano la espectacularidad y la diversión. Bien harían los hacedores de la alicaída y cada vez más insoportable saga hollywoodiense de Piratas del Caribe de echar un vistazo a este ejercicio estiloso repleto de escenas que te dejan boquiabierto (ojo a aquéllas que tienen un cetáceo un poco glotón como protagonista). Y por si fuera poco el espíritu aventurero que impregna toda la propuesta casa a la perfección con un puñado de gags visuales memorables (ahí se nota el buen pulso que tiene con la comedia el director del film, Lee Suk-hon, firmante de divertimentos como Dancing Queen o See You After School). La química entre la pareja protagonista es brutal, él un bandido pendenciero tipo Robin Hood (Kim Nam-gil, quien luce en pantalla un look mezcla de Errol Flynn y Conchita Wurst) y ella una pirata algo machorra tan hábil con la espada como terca ante las injusticias (una guapísima Son Ye-jin, vista en The Tower o la más reciente Blood and Ties). Destacar también los abundantes y muy decentes efectos especiales, las fascinantes secuencias de acción con aroma al cine palomitero del de toda la vida y los hilarantes diálogos. Recomendable ciento por ciento para pasar un muy buen rato.
Lo mejor: La escena de la ballena agraviada atacando uno de los navíos. Simplemente espectacular.
Lo peor: Habrá quien pida un poco más de rigor histórico, pero se trata de un entretenimiento inofensivo.
País: China. Año: 2014. Director: Leste Chen. Intérpretes: Xu Zheng, Karen Mok, Hu Jing, Yaoqing Wang, Zhong Lu. Género: Drama/Misterio. Duración: 104 mins.
“En ocasiones veo muertos”, le decía el personaje de Haley Joel Osment al de Bruce Willis en la mítica El sexto sentido. Pues aquí la protagonista también asegura padecer el mismo tipo de visiones del más allá, por lo que requiere la ayuda de un conocido y algo controvertido psicólogo especialista en hipnosis, quien intentará hurgar en la psique de su paciente con el único objetivo de conocer de primera mano si se trata de un hecho paranormal o por el contrario está siendo víctima de un simple y burdo engaño. En la mínima franja temporal de una sesión de terapia nocturna ambos se pondrán a prueba confrontando sus dotes mentales en un diabólico y muy original juego del gato y el ratón. Lo más impresionante de esta recomendable propuesta es la capacidad del joven director taiwanés Leste Chen (Eternal Summer, Love on Credit) en saber mezclar con pulso firme forma y contenido para acabar deslumbrando tanto en la majestuoso diseño de producción como en el milimétrico desarrollo del guión. El “timing” de la acción es perfecto, no sobra absolutamente nada y todas las tramas y subtramas que van apareciendo van confluyendo en una suerte de encaje de bolillos ante el que en última instancia tan sólo nos queda aplaudir. Cine que no menosprecia la inteligencia del espectador dándoselo todo mascado, sino que al contrario le invita a participar e incluso a anticipar el siguiente enrevesado giro argumental. En cuanto al elenco actoral destacar la presencia de dos actores que nos ofrecen dos soberbias interpretaciones: por un lado la más popular Karen Mok (vista recientemente junto a Keanu Reeves en El poder del Tai Chi) y por el otro el menos conocido para públicos foráneos (pero a reivindicar desde ya) Xu Zheng (Lost in Thailand, Breakup Buddies).
Lo mejor: Disfrutar de cómo las piezas del rompecabezas van colocándose en su sitio.
Lo peor: El arranque del film no está a la altura de lo que se nos viene encima.