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Cannes 2017: El cine asiático que nos depara

29/05/2017

Durante once días los ojos del mundo del cine solo miran hacia una pequeña población de la costa francesa. Cannes 2017 ya ha terminado, aglutinando el cine que veremos en los próximos meses en sus diferentes secciones, en busca de los prestigiosos premios, pero también, y quizás de manera aún más importante, en el Mercado donde las diferentes distribuidoras acuden en busca de los títulos más interesantes. Este año la presencia asiática ha sido todavía más sólida que en otras ocasiones, especialmente en la Sección Oficial donde tres películas, dos coreanas y una japonesa, compitieron sin suerte por la Palma de Oro que decidió el jurado presidido por Pedro Almodóvar, y en el que están entre otros la actriz china Fan Bingbing y el director coreano Park Chan-wook.

Repasamos la programación asiática completa del festival de los festivales.

Es obligado empezar por la Sección Oficial, que cuenta con tres nombres recurrentes en el circuito festivalero. Destacó la presencia de Bong Joon-ho con Okja, su nuevo film con niña y monstruo, que ha levantado no poco revuelo al estar producido por la plataforma Netflix. La película apenas contará con un estreno indefinido en cines en Corea y dos mucho más reducidos en Estados unidos y Reino Unido (por aquello de poder participar en los premios Oscar y Bafta respectivamente) antes de su estreno en la plataforma online de manera global el próximo 28 de junio. La película, que es lo importante, trata de la relación entre una niña y su curiosa mascota, un cerdo gigantesco que es raptado por una corporación alimenticia. Las primeras críticas fueron positivas, destacando la capacidad de Bong de crear un film de aventuras familiar con profundo mensaje animalista.

Naomi Kawase es otra habitual de los festivales internacionales. La ganadora más joven del premio Cámara de Oro en 1997 por su ópera prima regresa una vez más con Radiance, en la que vuelve a contar con Masatoshi Nagase tras Una pastelería de Tokio, esta vez interpretando a un fotógrafo que, al notar que pierde la visión, contrata a una ayudante. Entre ambos, dos almas solitarias, nacerá una conexión. La película ya cuenta con distribución española, y gracias a Betta Pictures veremos el film en nuestras carteleras en Otoño, tras un más que presumible paso por San Sebastián.

Hong Sang-soo no falta en la Sección Oficial, pero además este año el director de Ahora sí, antes no, hizo doblete. Con The Day After competió por la Palma de Oro, de nuevo en una historia con tres personajes que debatirán sobre el amor y la vida alrededor de incontables botellas de soju. Esta vez la historia la protagoniza una joven que comienza a sustituir a una empleada de un director de cine después de haber roto su relación extramatrimonial. Pero la esposa del director la toma por la amante de su marido, con lo que esas variaciones de tres personajes tomados de dos en dos, están servidas.  El otro título del director coreano estuvo dentro de las proyecciones especiales del Festival. Sabemos de Claire’s Camera desde el año pasado, cuando la prensa desplazada a Cannes se encontró con el director, su pareja Kim Min-hee e Isabelle Huppert (de nuevo a las órdenes del director tras En otro país) rodando por las calles de la ciudad. Las dos actrices toman las riendas del film como no podía ser de otra manera, interpretando a una mujer que ha sido despedida y a otra que tiene capacidad de ver y cambiar el futuro a través de su cámara de fotos.

Un Certain Regard y otras secciones

En Un Certain Regard encontramos al único largometraje de China dentro de la programación de, anunciado además en la ronda final de títulos tras haberse creado una cierta polémica ante la ausencia de cualquier presencia de la filmografía del gigante asiático. Walking Past the Future de Li Ruijin, un director que tras haber pasado con anteriores trabajos por Berlín y Venecia llega a la población francesa con la historia de una joven que intenta mantener a sus padres trabajando en la construcción en la capital Shenzen, cuando estos regresan a su natal provincia de Gansu. El director, una de las voces destacadas del cine independiente chino, puede dar el salto definitivo en los festivales internacionales con su nuevo film. La otra presencia china del Festival si tuvo premio. El corto A Gentle Night de Qiu Yang se llevó nada menos que la Palma de Oro al mejor cortometraje .

El otro gran premio asiático de esta edición sería para A Man of Integrity, un drama iraní dirigido por Mouhamad Rasoulof que se llevó el premio al Mejor Film de la sección. Habiendo sido premiado en sus dos anteriores pasos por Cannes con Goodbye  y Manuscripts Don´t Burn, este buen amigo de Jafar Panahi, condenado a seis años sin poder rodar, ha presentado su nuevo film estando en libertad condicional. Esta historia sobre una pareja que viviendo en la naturaleza, retirados del mundo, ven como una corporación quiere hacerse con sus terrenos.

Con Before We Vanish el japonés Kiyoshi Kurosawa nos devuelve a ese cine fantástico inquietante que le caracteriza. Basada en una obra de teatro, esta historia comienza con la desaparición durante unos días de un hombre después de una discusión con su esposa. Cuando regresa parece otro, comportándose de manera mucho más afectiva y dando largos paseos en solitario. Cuando una serie de asesinatos comienzan a ocurrir en el barrio el marido le explica a su esposa que en realidad es un extraterrestre y es parte de la invasión del planeta. El argumento promete en manos del director de Kairo, contando con un excelente reparto formado por Ryuhei Matsuda, Manami Nagasawa y Hiroki Hasegawa.

Fuera de competición está la de otro habitual del Festival de Sitges como Takashi Miike, que salpicó de nuevo al público de sangre con su adaptación del manga de Hiroaki Samura La espada del inmortal. La publicitada como la película número 100 del director (no llega a esa cantidad si tomamos en cuenta su número de largometrajes, pero…) es una historia de venganza en el periodo feudal, en la que una joven contratará a un espadachín con un poder muy especial, el de ser incapaz de morir, para vengar la muerte de su familia. Aunque el film no está funcionando demasiado bien en la taquilla japonesa, la crítica internacional la ha recibido con los brazos abiertos.

Dos estilizados thrillers coreanos animaron las noches francesas. Promete muchísimo The Villainess de Jung Byeol-gu, un thriller de acción del director de Confession of Murder o el muy recomendable documental Action Boys. La protagonista, una asesina a sueldo reclutada como agente del servicio secreto coreano durante diez años a cambio de recibir su libertad para poder comenzar de nuevo. La película, con un diseño de producción y fotografía espectaculares, y repleta de buenas dosis de acción rodada con cámara subjetiva, cuenta con dos actores que coincidieron en Thirst de Park Chan-wook, la vampira Kim Ok-vin y Shin Ha-kyun.

El otro thriller coreano es The Merciless, la nueva película de Byun Sung-hyun (My P.S. Partner), en un giro a su carrera, que nos muestra la historia de un jefe del submundo criminal que cumpliendo condena en prisión toma a un nuevo recluso con potencial de liderazgo bajo su manto. Protagonizada por el carismático Seol Gyeong-gu (Public Enemy) y el joven Im Siwan (The Attorney), uno de los actores más prometedores del panorama coreano, la película se ha colocado en la primera posición del ranking coreano en su estreno de hace apenas unos días, superando a la norteamericana Get Out, aunque cayó en picado tras hacerse públicos una serie de tuits extraordinariamente desafortunados de su director, que tras pedir disculpas públicamente decidió no acudir al certamen.

 

 

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