El pasado 2021 llegaba a nuestros cines Digimon Adventure – Last Evolution Kizuna, un film que ponía punto final a una saga que ha marcado la infancia y juventud de muchos seguidores de la animación japonesa, desde su estreno en el cambio de milenio. Una despedida muy emotiva desde la nostalgia y con ese paso del tiempo implacable… En este 2022 comenzamos el año con el estreno en cines de Buscando a la Mágica Doremi, que también sirve como celebración del 20 aniversario de una de las grandes sagas del anime de magical girls, pero en este caso lo hace desde un punto de vista diferente, con el que quizás los fans de la saga pueden conectar más todavía: el de tres seguidoras de la propia serie. La película se estrena en cines el 14 de enero a través de Selecta Visión.
Mire es una salarywoman de 27 años que trabaja en una empresa de compraventa internacional, una empleada brillante y con éxito, que fue contratada por su experiencia en el extranjero. Pero sus superiores no aceptan el hecho de que una mujer diga lo que piensa, si va en contra de su opinión.
Sora está haciendo las prácticas para convertirse en profesora a sus 22 años, siguiendo el consejo de sus padres, pero cuando surge un problema con un alumno que requiere de atención especial, al que quiere prestar más atención, recibe una reprimenda que mina su confianza.
Reika tiene un gran talento para el arte, pero por el momento trabaja a medio turno en un restaurante. Herida por su pasado familiar, mantiene una relación tóxica con su novio, que no para de robar su dinero.
Esta vez el espectador no contemplará a las pequeñas aprendices de bruja, sino que seguirá el espíritu y la influencia de la serie a través de la historia de estas tres veinteañeras, que cruzan sus caminos en un lugar lleno de magia, la casa en que se ambientaba la serie Magical Doremi. Con el encuentro de estos tres personajes de personalidades diferentes, tres fans de la serie que viven en ciudades distintas, se iniciará una amistad que les hará compartir sus problemas y sus sueños.
Buscando a la Mágica Doremi no es posiblemente la película que muchos de sus fans esperan, aunque eso no quiere decir, ni mucho menos, que vayan a salir decepcionados de la sala de cine. Posiblemente suceda al revés. Utilizando la metaficción, ésta es una historia sobre la esperanza y el apoyo mutuo, sobre el crecimiento personal sin importar la edad. Y sobre la magia, sí, pero la que nos hace especiales a todos y a cada uno de nosotros. Aunque hablemos de la fantasía de la magia, la cinta no deja de mantener un pie en la realidad, mostrando problemas que podemos sentir muy cercanos: como la pérdida, la inseguridad, o los problemas de relación social. Se agradece, además, el trato a los problemas de los niños con necesidades especiales, y la mención al comercio justo.
En una charla en el festival de Annecy, el director Junichi Sato comentaba que, al crear la trama de la serie original, se basó en sus propias experiencias de la infancia, aunque también realizó un trabajo de actualización, añadiendo por ejemplo familias monoparentales. Para este film, que Sato codirige junto a Yū Kamatani (Hugtto! Precure), comentaba que se había basado en las experiencias de las mujeres que trabajaban en el proyecto. Es algo que se percibe en el realismo de los temas que trata.
¿Y DoReMi? La amistad de las tres protagonistas se forjará con diferentes viajes a través de Japón, con los que rememorar momentos de la serie que une sus caminos –los fans quedarán encantados con el repaso de localizaciones-, además de ese vínculo especial que las tres guardan con las bolas mágicas que conservan de su infancia, y que, quién sabe, quizás guarden poder en su interior.
Buscando a la Mágica Doremi es una película pensada para el público que creció viendo la serie (aunque no es necesario haberla visto para conectar con ella), como Digimon Adventure: LEK, pero el mensaje es completamente opuesto. En aquella Tai y sus amigos debían pasar página al llegar a la edad adulta. Doremi nos dice todo lo contrario: que no debemos de dejar de soñar nunca.
Un texto de Víctor Muñoz