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Un héroe de Asghar Farhadi: la verdad tiene muchas caras

04/03/2022

Asghar Farhadi es, sin duda, uno de los nombres propios del cine iraní contemporáneo. Desde A propósito de Elly, cada una de sus películas supone un auténtico acontecimiento, tanto en occidente como en Irán, lo que no sucede con otros de los grandes directores iraníes de la actualidad. Un héroe (A Hero) no es una excepción y desde su estreno en Cannes el año pasado, la película no ha parado de cosechar halagos, incluyendo el Gran Premio del Jurado –compartido con Apichatpong Weerasethakul (Memoria)– en el propio Festival de Cannes.

Rahim (Amir Jadidi) está en la cárcel por una deuda que no ha podido devolver. Durante su encierro, su novia Farkhondeh (Sahir Goldoust) encuentra una bolsa llena de monedas de oro abandonada en una parada de autobús. El dinero no es suyo, pero se trata de la última esperanza que tienen ella y Rahim para convencer a su acreedor (Mohsen Tanabandeh) para que retire la denuncia. Finalmente, Rahim decidirá devolver el dinero, un acto en apariencia bondadoso que iniciará una bola de nieve que no dejará de crecer hasta el final de la película.

Rahim es un buen hombre y eso es algo que el espectador ve desde un primer momento. Pero si algo nos muestra el cine de Farhadi es que las cosas nunca son tan fáciles como parecen. Por muy buenas intenciones que tenga un acto, siempre puede complicarse y al final la realidad nunca es como creemos que debería ser: siempre es más compleja que lo que se dice sobre ella.



El cine de Farhadi

Se nota que Farhadi es consciente de cuáles son sus puntos fuertes como director: cada plano, cada escena, supondrá un avance crítico en una historia que no deja de plegarse y girar sobre sí misma, añadiendo capas y capas de complejidad. En ocasiones puede llegar a avasallar, pero es innegable que el director iraní es un absoluto maestro en el control del ritmo narrativo y la construcción de este tipo de historia, moviéndose como pez en el agua en el suspense y los giros de guion. De este modo consigue que una película de más de dos horas de duración se pase volando, dejando al espectador pegado a la silla durante todo el metraje.

Un héroe toca muchos temas, algunos con mayor profundidad que otros. Uno de los que atraviesa toda la película es el efecto que tienen las redes sociales en el modo que tiene la sociedad de recibir, percibir y consumir noticias. Regresando a ese primer acto “bueno” que realiza Rahim, será gracias a las redes sociales que su caso se hará famoso o, mejor dicho, viral. Sin las redes sociales esa bola de nieve imparable no hubiese adquirido la misma difusión. En este sentido, la película se vuelve una excelente crítica, aplicable a cualquier sociedad contemporánea, sobre los peligros de las redes sociales en cuanto a fuente de noticias que sólo araña la superficie de aquel acto que está mostrando.

Otro aspecto destacable dentro de la película son las interpretaciones, en especial el duelo interpretativo y narrativo que mantienen Amir Jadidi y Sahir Goldoust, dos personajes que chocan en todo momento, aunque en realidad no son tan diferentes el uno del otro.

En definitiva, Un héroe es una película que no va a decepcionar a los aficionados del director, quizás le falte algo de crítica –dado que la historia se prestaba a ello más allá de los comentarios sociales que terminan siendo más universales que particulares– pero no se puede negar que estamos ante uno de los guiones del año y un Farhadi en plena forma tras las cámaras.

Una crítica de Josep Santcristòfol

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