MENU

«El Extranjero»: un modélico thriller con transforndo político

12/01/2018

A sus 63 años Jackie Chan no pretende bajar su ritmo de trabajo y, más bien al contrario, no hace más que aumentarlo en los últimos tiempos. En estos días, con dos de sus nuevos largometrajes entre los más vistos de la cartelera de China, llega a España un trabajo que se estrenó en el gigante asiático y Estados Unidos hace apenas unos meses con notable éxito. El Extranjero, adaptación de una novela del británico Stephen Leather que se estrena en nuestros cines el viernes 12 de enero de la mano de Diamond Films, nos devuelve a Jackie en una producción occidental pero, a diferencia de sus trabajos anteriores en los que la estrella de las artes marciales ponía el toque exótico y acompañaba las coreografías de acción en la gran pantalla con su habitual sonrisa, aquí explora terrenos mucho más claroscuros. Aunque su personaje vuelva a ser un foráneo en tierra extraña, esta vez lo hace protagonizando una historia de venganza y redención en la que da vida a un emigrante aparentemente común que buscará justicia después de sufrir una tragedia. Chan cuenta nada menos que con todo un Bond como Pierce Brosnan como antagonista en un film cuya impecable factura británica de las expertas manos de Martin Cambell (quien ya coincidiera con Brosnan en Goldeneye) hace de este un thriller modélico en el que su trasfondo político, adaptado a los tiempos actuales, funciona como un reloj gracias a su ritmo non-stop.

Trasladando por primera vez a occidente ese tono más oscuro que ya le habíamos visto explorar en New Police Story, La venganza del dragón (Shinjuku Incident) y especialmente Acción policial (Police Story 2013), la estrella de las artes marciales vuelve con un personaje que tras una tragedia familiar tendrá que enfrentarse a sus demonios del pasado, buscando en este caso la venganza del ojo por ojo. Quan, un viudo propietario de un restaurante chino de Londres, se enfrentará a su peor pesadilla al ser una de las víctimas de un ataque terrorista en la capital junto a su única hija, quien fallece en el incidente. Una nueva facción del desaparecido IRA se hace responsable de los hechos, poniendo al primer ministro de Irlanda del Norte Liam Hennessy entre la espada y la pared. Cuando Quan no encuentre en la policía la rapidez esperada para hacer justicia se la querrá tomar por su propia mano, acudiendo con insistencia al despacho del político en busca de los nombres de los responsables.

Jackie admite que la historia, aunque sea la adaptación de una novela británica, cuenta con un cierto parecido con su propia vida: “Cuando tenía cuarenta años mi padre me confesó, temiendo que la muerte le llegara pronto, que en realidad mi apellido no era Chan, sino Fong, y que él había sido espía del ejército chino. Fue un auténtico shock. Mi personaje en El Extranjero, Quan, también oculta un pasado militar tras una apariencia corriente”. Quizás este hecho influyera en que el actor aceptara este papel en el que su personaje arrastra una carga dramática poco habitual en su filmografía. Los años que tardó el guión en moldearse muestran sus resultados en la gran pantalla, logrando una historia labrada de manera excelente, en la que cada pieza encaja en su

sitio. El trasfondo político del original, adaptado a los agitados tiempos actuales en los que la amenaza del terrorismo es una realidad en todo el planeta, cimienta con verosimilitud a los personajes, tanto al de Quan, ese hombre corriente al que nadie toma en serio pero que como víctima no cesará hasta encontrar justicia, como al político Henessy (un Brosnan caracterizado sin tapujos a semejanza del líder de Sinn Féin Gerry Adams), que se encuentra en el incómodo terreno de tener que contentar al gobierno británico sin perder la cara ante su electorado mientras su vida personal hace aguas. El antiguo Bond interpreta a un personaje poliédrico que termina resultando mucho más interesante que su contrincante, y quizás demasiado auténtico; el conflicto de las dos Irlandas y Reino Unido sigue vivo a través de acciones cada vez más esporádicas en la vida real, y ese debe ser sin duda uno de los motivos por el que el film no ha llegado a estrenarse en los cines británicos.

Martin Campbell se mueve como pez en el agua con esta cinta que logra el balance entre el conflicto emocional de los dos personajes enfrentados, con las numerosas escenas de acción en las que Quan, en modo de One-Man Army, meterá poco a poco el miedo en el cuerpo de su rival con sus tácticas de guerrilla. Seguramente Jackie no esté tan ágil como en décadas anteriores, pero desde luego todavía es más que capaz de construir excelentes piezas de acción, como la que tiene lugar en una casa de huéspedes, en la que nos sigue recordando que es uno de los más grandes de todos los tiempos. El film es técnicamente más que notable, destacando la fotografía de colores fríos de David Tattersall (Muere otro día), y especialmente el vertiginoso montaje de Angela M. Catanzaro y la banda sonora del colaborador habitual de Nicholas Winding Refn, Cliff Martinez. Juntos consiguen que las casi dos horas de metraje se nos pasen volando.

Victor Muñoz

Cerrar

DESEO SUSCRIBIRME

A LA NEWSLETTER DE CINEASIA