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Un paseo por el IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao 2017

14/12/2017

Escribo esta crónica justo cuando el IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao pasa el ecuador de su segunda edición, y ya se puede apreciar que nos hallamos ante su clara consolidación. La apuesta de Michael Goodridge, su nuevo director artístico, por combinar la comercialidad y la experimentación es ya un éxito de crítica.

Macao (Ah-moon en su denominación china original) es una ciudad de millón y medio de habitantes cuya economía se sustenta alrededor del turismo de ocio, especialmente el que envuelve el universo de los juegos de azar. El imperio de casinos levantado en los años 60 y 70 por el magnate Stanley Ho (padre, por cierto, de la actriz hongkonesa Josie Ho), fue sustituido hace 10 años por los gigantescos complejos hoteleros propiedad de compañías de Las Vegas tales como los famosos Sands, Galaxy, Venetian, Parissien, etc…, quienes, a través de una operación perfectamente coordinada con el gobierno local, se han ido haciendo con el monopolio de un negocio que mueve billones de dólares cada año, compitiendo con los todavía populares y veteranos casinos como el Lisboa y su hermano, el Grand Lisboa, cuyos rascacielos en forma de planta subtropical dominan el skyline de la urbe. La imagen de Macao es, sin lugar a dudas, la de la noche dominada por la cegadora luz de los neones de las casas de juego transformadas en megacentros de ocio a pleno rendimiento las 24 horas del día.

Durante los últimos años, el gobierno local de la SAR (Special Administrative Region) de Macao ha intentado extender el potencial turístico de la ciudad más allá de los casinos, incentivando las iniciativas culturales, especialmente aquellas relacionadas con el arte. Un paso lógico en esa dirección era la organización de un festival internacional de cine que ayudara a evolucionar la imagen de Macao hacia un perfil más cultural y totalmente compatible a su vez con la faceta más turística de esta impresionante ciudad cantonesa. Hong Kong, con sus casi 8 millones de habitantes y a menos de una hora en ferry de Macao, consta desde hace décadas con una de las industrias cinematográficas más potentes del mundo, y ahora todavía más gracias a su política de coproducción con el resto de China y su gigantesco mercado, siempre hambriento de contenidos. La alianza con Hong Kong de cualquier iniciativa en Macao relacionada con el cine era perentoria, y así se ha planteado desde un principio.

La primera edición del IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao  vino precedida por la polémica dimisión de su director artístico, Marco Müller, cuando faltaban apenas treinta días para el certamen. En su lugar, la productora de origen sino-malayo Lorna Tee, gerente del evento, tomó la riendas sin titubear y supo continuar controlando la organización a pesar de la crisis, consiguiendo una primera edición más que digna en cuanto a programación, invitados y logística, aunque con la asignatura pendiente de aumentar el impacto en la población local, que no llegó a llenar las salas.

IFFA Macao 2017: reto conseguido

De cara a 2017 el equipo de IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao, con Lorna al frente, se dedicó a buscar un  director artístico capaz de imprimir al evento la credibilidad, tanto apreciativa como industrial, que estaba buscando. Mike Goodridge fue finalmente contratado en Agosto de 2017, contando con tan solo tres meses para sacar adelante la edición de este año. Aunque Goodridge no provenía del campo de la organización de festivales, tanto su currículo, como distribuidor y productor en la prestigiosa compañía británica Protagonist (empresa detrás de excelentes títulos recientes como Langosta, Lady Macbeth y The Florida Project), como su trayectoria al frente de la Asociación de Críticos de Cine Extranjeros en Los Ángeles, no le hacían precisamente un extraño en los certámenes cinematográficos. Los resultados de su gestión están siendo muy positivos, con una programación basada tanto en cine comercial de todo el mundo, como en algunas propuestas arriesgadas. Su inauguración, con la familiar secuela del oso británico por excelencia, Paddington 2, desconcertó a unos cuantos, pero ha resultado finalmente ser una jugada maestra de Goodridge, quien ha conseguido un objetivo inmediato: llevar a la sala a un público poco avezado en el universo de los festivales como son las familias de Macao.

La presencia de talento internacional como Jeremy Renner (en calidad de embajador del Festival) y celebridades asiáticas como el joven actor coreano Doh Kyung-soo y los veteranos del cine de Hong Kong Donnie Yen y Miriam Yeung, han contribuido a que esta edición esté siendo la del efectivo asentamiento del IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao. De su programación cabe destacar la presencia asiática en competición de films más que interesantes como Wrath of Silence (China) y The Hungry, de la directora india Bornila Chaterjee, aunque el cine europeo se alza como el protagonista tanto en las secciones a concurso como en las de muestra, con títulos de esta temporada que ya han cosechado premios y buenas críticas, tales como Call Me by your Name de Luca Guadagnino y protagonizada por Timothee Chalamet, o la espléndida fábula musical proletaria La fábrica de nada, una de las propuestas más alabadas de la Quincena de los Realizadores de Cannes 2017. Volviendo a Asia y fuera de competición, resultan irresistibles The Outlaws, la nueva película de la estrella Ma Dong-seok (Nameless Gangster, Train to Busan), Samui Song, del genio tailandés Pe-nek Ratanaruag, y A Day de So Chun-ho.

Las secciones retrospectivas, uno de los aciertos de la truncada etapa de Marco Müller y heredada por Goodridge, lucen con el espacio «Crossfire», en el que un director escoge para su proyección en pantalla grande su película favorita de otro realizador asiático. Un verdadero placer ha sido poder comprobar que Guillermo del Toro (de quien en Macao se ha presentado La forma del agua) eligió Mad Detective del gran Johnnie To. Asimismo, las sesiones de medianoche han podido contar con la adecuada presencia de films de género como Mom and Dad (con un genial Nicolas Cage y la presencia de Udo Kier, premiado en estos IFFA Macao) y Brawl on Cell Block 99 (de S. Craig Zehler), ambas en competición oficial en el pasado Festival de Sitges.

Una apuesta clara por la industria

La apuesta por fomentar las actividades de industria ha sido clara en esta segunda edición del Festival. Bajo el paraguas del departamento de industria del certamen, liderado por la productora taiwanesa June Wu, se han desarrollado en los últimos meses una serie de actos, en dos direcciones principales: el mercado de proyectos IFFAM Project Market y el Industry Forum. El primero es un laboratorio de proyectos de primerísimo nivel coordinado por Todd Brown (ejecutivo de la compañía americana XYZ Films), con una docena de largometrajes en desarrollo entre los que se incluyen proyectos de realizadores consagrados como los belgas Héléne Cantet y Bruno Forzani (Amer, Let the Corpses Tan), el coreano Im Sang-soo (The President’s Last Bang, The Housemaid), o la futura coproducción catalana 30.000 Kicks, capitaneada por Santiago Alvarado (Capa caída). Por su lado, el Industry Forum contó con la participación de profesionales de la producción, la distribución y la programación de festivales como Joshua Greenberg (Presidente del área de cine de CAA China), Gilbert Lim (vicepresidente de la veterana productora y distribuidora tailandesa Sahamongkhol), Sabrina Baraccetti, directora del Festival Udine Far East Film Festival, y un servidor, así como delegados de empresas importantes como Protagonist (Reino Unido), Magnolia (US), Media Asia (HK) y M-Line (Corea) –con seminarios coordinados por Patrick Frater de la revista Variety, número uno del mundo en la crónica corporativa de la industria del cine–.

Con los ojos puestos en la tercera edición (el contrato de Michael Goodridge es por dos años), el director artístico del IFFAM – International Film Festival & Awards de Macao entiende claramente que el corazón de un festival, incluso en una operación como esta, son sus películas. La programación. Con todo, ya ha asegurado que su objetivo principal es reforzar su personalidad entre el potencial público local. Como el propio Mike Goodridge declaró al South China Morning Post unos días antes del arranque del certamen: “Mi desafío es comunicarme con el público local. Es todo un reto encontrar nuestro público y hacerlo crecer. Todo festival nuevo necesita unos años para construirse una reputación”.

Un reportaje de Mike Hostench

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