Nader y Simin están a punto de poner fin a su matrimonio. Se han separado, pero todavía faltan por solucionar algunas cuestiones legales, por ejemplo, con quién se quedará la hija que tienen en común. La decisión deberá tomarla la propia joven y le darán unos días para pensarlo. Sin embargo, esos días de reflexión no serán para la recién desmembrada familia nada sencillos. Dos escenas, una al principio y otra al final, sirven de prólogo y de desenlace para condensar toda la esencia de una película que esconde infinidad de vericuetos argumentales, de lecturas morales. Dos escenas que tienen que ver precisamente con el título de la película, Nader y Simin. Una separación.
No tuve la oportunidad de ver Nader y Simin en Berlín (el frío me puede). Ni en San Sebastián (andaba algo loco con los preparativos de Sitges). He de reconocer que tampoco fui al cine cuando la estrenaron (Octubre y los meses que le siguieron han sido opresivos y hasta cierto punto desasosegantes, por lo que olvidé pasar por una sala de cine). Mi cita con la película iraní no llegaría hasta el 7 de Enero de este año, y supuso un inesperado regalo de reyes, como lo fue el dar clases de cine asiático en la Escuela de cine y Televisión de San Antonio de los Baños, en Cuba. Poco sabía yo que días más tarde de que finalizaran mis clases en la escuela, iba a llegar a ella el director de la misma, el iraní Asghar Farhadi.
Nader y Simin puede verse esta semana, el jueves día12 a las 19 horas, en el Caixaforum de Barcelona, como integrante del ciclo “8 Países, 8 Historias” que empezó a proyectarse la semana pasada y que se desarrollará hasta finales del mes de Agosto. CineAsia dispone de varias invitaciones para la película. Si quieres acudir, sólo tienes que decirnos el porqué tienes ganas de verla en el hasthag #8P8HIran en twitter, o respondiendo a esta entrada en el blog, o bien en facebook.
La frase de la semana, es para una de las actrices de esta gran película, ganadora del Óscar ala Mejor Película Extranjera, Leila Hatami, nacida en Teherán en 1972. Durante su infancia apareció en varias de las películas de su padre incluyendo las series de televisión Hezar Dastan (1978), el biopic Kamalolmolk (1984), y la película Del Shodegan (1992), donde interpretó el papel de una princesa turca ciega.
“He tenido mucha suerte, he crecido junto a los directores más conocidos de mi país: Mehrjui, Kimiai, Kiarostami o Farhadi, y siempre me he sentido en sintonía con su modo de dirigir. Debido al papel que jugaron mis padres en el cine iraní, desde muy pequeña he compartido la pasión por hacer cine”.
Leila Hatami, actriz protagonista de Nader y Simin: una separación que se proyecta en el ciclo 8 Países 8 Historias.