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Fin de Fiesta en el Terracotta Far East Film Festival: Día 3 y 4. 14-15 Abril

16/04/2012

Sábado 14, 11 de la mañana de un día primaveral en Londres, una cafetería, restaurante de dos plantas, sillas vacías, 10 personas esperando en la puerta para escuchar las opiniones de Da Ching, actor en Saadiq Bale. Un actor novel cuyos inicios fueron como conductor de camiones en su país natal, visitando Taipei para vender sus fotos como modelo, hasta que encontró este papel. Papel que le exigía desde correr 5 kms cada mañana, hasta mirar la llama de una vela durante dos horas para entrenar la concentración por la noche. La exigencia de la película, llevó al otro actor principal a estar dos semanas ingresado por diferentes lesiones durante el rodaje.

El cine coreano volvía a las pantallas del “Prince Charles” con Arirang. Una película con dirección, guión, interpretación, montaje, edición, sonido y música de Kim Ki-duk (“como Juan Palomo, yo me lo guiso, yo me lo como”). Un docu-drama, como el propio director comenta, sobre sus reflexiones después de estar en una cabaña aislado durante 3 años. La anécdota del festival ocurrió al final de la sesión de Arirang. La proyección se paró y todos pensábamos que era el final verdadero y sin títulos de créditos. Algo muy creíble si ves la película. Craso error. Problemas técnicos que fueron solucionados en menos de un minuto y pudimos ver esos títulos de crédito. Pero sabiendo cuánta gente intervino en la película, os podéis hacer a la idea de cómo fueron.

Y sin tiempo para comprar comida, como no fueran palomitas, la lluvia llegó al cine y nos empapó. The Woodman and the Rain (Okita Shuichi), la película que más carcajadas levantó durante el festival. La historia de un leñador, en un pequeño pueblo de Japón, que ve cómo cambia su vida de la noche a la mañana: de cortar árboles, a ayudar en la dirección de una película. La curiosidad de la traducción del título de esta película viene dada por la palabra japonesa “kitsutsuki” cuya traducción es “pájaro carpintero” y quizás, en alguna de las leyendas japonesas, ese pájaro podría predecir la llegada de la lluvia.

Después de unas buenas carcajadas a la japonesa, llegó el turno de Monster Club (Toshiaki Toyoda). 74 minutos de una película completamente opuesta a la anterior. Invierno y nieve en Osorezan (“Osore”: miedo; “Zan”: montaña, en el norte de Japón, famosa por ser un lugar donde “viven” espíritus) como localización. Un personaje, con infinidad de problemas durante su vida, aislado de la sociedad. Una sociedad enferma, desde su punto de vista, a la que intenta transformar a base de caos y destrucción. Después del pase, disfrutamos de 15 minutos de “Q & A Session” con el director al que pudimos preguntar y escuchar sus anécdotas sobre la película.

La última cinta del sábado fue Saadiq Bale/The Warriors of the Rainbow producida por John Woo y con la presencia de Da Ching y el embajador taiwanés en la sala. Producción taiwanesa más cara y grande de su historia. Grande en presupuesto y en metraje. La versión original, de más de 4 horas, fue reducida a dos horas y media para el festival (en un montaje internacional). La película cuenta la lucha de los aborígenes taiwaneses, liderados por el guerrero “Mona Rudao”, contra el imperio japonés en 1930. En palabras del señor embajador: el Braveheart taiwanés. A mí me recordó a Avatar por momentos.

Para concluir el sábado, quizás el mejor día del festival por calidad cinematográfica, el señor “Terracotta” nos organizó una fiesta con música taiwanesa donde se pudo ver al director  Toshiaki Toyoda y al actor DenDen (que venía a presentar Himizu) conversando y echándose fotos con los asistentes. Un buen momento para charlar con los vecinos de butaca y con el resto de aficionados al cine asiático. Quizás el mejor lugar para hacer nuevos amigos.

A pesar de acostarnos tarde después del “Saturday Night Fever” londinés, el domingo estábamos ya en pie a las 9 de la mañana. Listos y preparados para la última “MasterClass” del festival con Toyoda Toshiaki (Blue Spring, 9 Souls). El director tuvo ligeros problemas de transporte en Londres la noche anterior, perdiéndose en la ciudad con la lista interminable de buses nocturnos, pero apareció 10 minutos antes de su “clase” con una maleta enorme, símbolo de que volvía a casa después de la promoción de su película. Esta sesión estuvo llena de preguntas. Pudimos saber que su carrera comenzó como asistente de dirección (como un tal Akira Kurosawa), que no usa storyboard para sus películas, que escribe todos los días, y que cree en fantasmas, influenciado por la cultura tradicional japonesa en la creencia de los “Obake” (fantasmas), algo que choca con la cultura occidental.

Hacia el mediodía, volvimos a la sala de cine, para tener una sesión doble de cine coreano con Couples y Dancing Queen dentro de la sección “Breakfast Club” con delicioso kimbap entre una película y otra. Unas 30 personas se sentaron para ver Couples, comedia romántica que puede parecer una historia con un esquema fácil de predecir pero que mientras avanzan los minutos, vas viendo como todo puede cambiar en un segundo y el cruce de caminos puede traer el amor de tu vida. Le siguió una de las triunfadoras en las taquillas coreanas de 2012, Dancing Queen. La “Madonna de sinchon” (Uhm Jung-hwaHaeundae) y el “revolucionario” Jung-min (Hwang Jun-MinThe Unjust, Blades of Blood), eran los apodos de los dos protagonistas en su época de juventud en los años 90. Desde entonces forman una familia y la sucesión de eventos nos traerá temas tan distantes como pueden ser la política y el “Korean Pop” (K-Pop). Temas antagónicos pero cuyo punto en común es alcanzar los sueños en la vida. Una película que la esperaba más influenciada por el K-Pop, tan conocido en Asia y parte del mundo, pero me llevé la grata sorpresa que no es para tanto lo que pinta el poster de la película sino en su justa medida.

Aún con dos películas más en la lista por ver, llegó Kevin Spacey intentando reproducir o balbucear palabras en chino en la película Inseparable. La historia de un hombre depresivo, con intenciones suicidas que encuentra en el personaje de Kevin Spacey la ayuda para devolverle las ganas de vivir. No esperaba mucho del actor americano ni de la película en sí antes de verla y con la misma sensación salí de sala. Varios espectadores que me dieron su opinión pensaron lo mismo.

Y como conclusión, con las butacas llenas del festival, vimos Himizu (‘secreto’). La última película de un director que va ganando popularidad en Japón a cada película que estrena, Sion Sono (Love Exposure, Cold Fish). Mayo de 2011, han pasado dos meses desde que el tsunami (en japonés Tōhoku-chihōTaiheiyōOkiJishinel gran terremoto del este de Japón) arrebató la vida a más de 15.000 personas dejando una sombra de destrucción en la memoria de todos los japoneses que será difícil de borrar. También en la memoria de dos adolescentes marcados por los desastres de la naturaleza, y familiares, que viven momentos de locura, pasión y depresión. Unas imágenes espectaculares de caos que ponen los bellos de punta al pensar lo que había antes del paso de la gran ola. Y al igual que una ola, pasó el actor DenDen (Cold Fish) por nuestras vidas después de la película y dio una lección de 15 minutos en el escenario, no sólo por sus respuestas, sino por ser un gran cómico, un mejor actor y una persona digna de conocer y admirar. Cerrado el telón, me levanté de mi asiento número 10 de la fila A (primera fila) que tan imborrables momentos me ha dejado grabados en la memoria.

Pero los festivales no se terminan cuando el telón se cierra después de la última película sino cuando se conocen los ganadores. En este caso, la fiesta post-festival, nos dio a conocer que Himizu fue la más votada y más querida por el público, seguida de Seediq Bale. Y como no podía ser de otro modo DenDen recogió el “premio” virtual del cariño del público y se lo dará a conocer a su director. Para concluir la noche y el festival, este gran japonés nos dejó un regalo muy especial para CineAsia y para todos sus lectores. (ver foto)

13 películas, 3 días y medio en una butaca, aglomeraciones para ir al baño, sin tiempo para comer, conocer a gente que son como tú con los mismos gustos… Señores que os gusta el cine, esto es un festival desde el punto de vista del novato que os escribe. Conclusión: me quedo con el modo narrativo de Couples, la capacidad de Kim Ki-duk en Arirang para hacer él solo con una ‘Mark D-II’ eso que ama tanto llamado películas, las risas de The Woodman and the Rain y  el modo en que Sono Sion usa la música clásica en Himizu y la película en sí.

Hasta el próximo año amigos del Terracotta Film Festival!!!

Por nuestro colaborador Israel Serralvo

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