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CANNES 2016: Presencia escasa del cine asiático

01/06/2016

Este Cannes 2016, que pasará a la historia por el alto nivel de su competición oficial, no lo hará por la cantidad o la importancia de su programación de cine asiático. 

En la Sección Oficial a concurso solo han sido seleccionadas dos películas.  Ma’ Rosa, de Brillante Mendoza, drama filipino que ha obtenido el Premio de Interpretación Femenina para Jaclyn Jose, y The Handmaiden/La doncella, del cineasta de Corea del Sur Park Chan-wook.

La primera cuenta la historia de un matrimonio, Néstor y Rosa, que regentan una tienda en un barrio pobre de Manila. Para mantener a sus cuatro hijos trafican vendiendo droga. Cuando la policía los detiene, sus hijos tendrán que luchar para salir adelante solos, al mismo tiempo que intentan ayudar a sus padres.

La doncella es un thriller de alto voltaje erótico, inspirado libremente en la novela Fingersmith, de Sarah Waters. De gran belleza estética y no exento de humor, no es difícil reconocer en él referencias y homenajes (voluntarios o involuntarios) a grandes autores de la literatura como Edogawa Rampo o el Marqués de Sade. Realizado con su habitual maestría por Park Chan-wook, probablemente haya sido la película asiática más estimulante de esta edición.

Sección ‘Un Certain Regard’

En la sección ‘Un Certain Regard’ se han proyectado cuatro películas de origen asiático.

Apprentice, de Boo Junfeng, es una coproducción entre Singapur, Alemania, Francia, Hong Kong y Qatar. Boo Junfeng, considerado uno de los exponentes más interesantes de una activa nueva generación de cineastas de Singapur, volvía a Cannes con este drama carcelario tras su paso por la Semana de la Crítica en 2010 con su película Sandcastle. Junfeng cuenta con buen pulso la historia de un verdugo, que trabaja en una cárcel de máxima seguridad, que intenta pasar sus conocimientos sobre esta siniestra profesión a un joven guardia con un pasado que determinará el curso de la historia.

Fuchi Ni Tatsu/Harmonium, de Koji Fukuda, coproducción entre Japón y Francia, ha sido el film que ha obtenido el Premio del Jurado de la sección que nos ocupa. El director de Au revoir l’été y Sayônara confirma aquí las buenas expectativas creadas con sus anteriores películas. En un suburbio japonés viven tranquilos Akié y su marido Toshio, junto a su hija. Esta tranquilidad va a romperse con la llegada de un viejo amigo de Toshio (espléndido Tadanobu Asano), que ha pasado diez años en la cárcel y que, poco a poco, va a transformar la vida de esta familia.

La tortuga roja, de Michael Dudok de Wit, es una coproducción entre Francia y Bélgica, con la colaboración del Studio Ghibli en Japón. Ha obtenido el Premio Especial Un Certain Regard. Dudok de Wit, ganador de un Oscar por su cortometraje Father and Daugther, nos ofrece con esta hermosa película, que no tiene diálogos, un hermoso cuento sobre el ciclo de la vida, en el que la naturaleza es la auténtica protagonista. A destacar la presencia de Pascale Ferran en el guión y la música original de Laurent Perez, que complementa la belleza de las imágenes que remiten al mundo Ghibli (a pesar de no ser una película totalmente Ghibli).

En Umi Yorimo Mada Fukaku/Después de la tormenta, el director japonés Hirozaku Kore-eda vuelve a ofrecernos una emotiva historia familiar. Ryota es un escritor que empezó bien su carrera, pero que poco a poco ha ido perdiendo el control de su vida. Ahora está divorciado y trabaja como detective, pero se gasta todo el dinero que gana jugando y no puede pagar la pensión de su pequeño hijo. Un tifón obligará a la familia a pasar una noche juntos y la vida le dará una nueva oportunidad. Sutil, melancólica y hermosa nueva película de este gran director, que en este caso no está exenta de un ligero e inteligente humor.

Fuera de Competición se han proyectado otras dos películas, ambas de género de terror. La primera, Train to Busan de Yeon Sang-ho, de Corea del Sur, es una divertida película de zombis que destaca por su ritmo narrativo, que no decae a pesar de la larga duración de la misma, y por el uso del espacio fílmico (en este caso, un tren en el que los viajeros tienen que intentar sobrevivir a un virus que se expande por su país y a los infectados por él). La segunda de las películas es Goksung/El extraño, de Na Hong-jin, una coproducción entre Corea del Sur y EE.UU. El director de The Chaser nos ofrece una alocada película que arranca con una serie de extraños crímenes en un entorno rural, pero que deriva, poco a poco, hacia lo fantástico. Visualmente muy hermosa y con una puesta en escena sobresaliente, es una de esas películas de género (al igual que Train to Busan) que puede acabar convirtiéndose en película de culto.

 

‘Semana de la Crítica’ y ‘Quincena de realizadores’

En la ‘Semana de la Crítica’ hemos podido disfrutar de dos películas asiáticas:

Diamond Island, de Davy Chou, es una coproducción entre Camboya, Francia, Alemania, Tailandia y Qatar. Un joven de 18 años deja su pueblo para trabajar en la construcción en Diamond Island, un paraíso diseñado para el disfrute de las clases más altas de la sociedad y paradigma de la teórica Camboya del futuro. Allí encontrará a su hermano mayor, que llevaba cinco años desaparecido, que le introducirá en el mundo de la noche de la ciudad, en un mundo ingenuas y falsas ilusiones.

A Yellow Bird, de K. Rajagopal, coproducción entre Singapur y Francia, cuenta una historia de redención, la de un hombre que sale de la cárcel tras pasar varios años en prisión por contrabando.

En la ‘Quincena de Realizadores’ este año solo pudimos ver una película asiática, la proveniente de India Raman Rhagav 2.0/Psycho Raman. Dirigida por Anurag Kashyap, uno de los directores más importantes de este país (y productor, escritor y actor), es la historia de la lucha entre una asesino en serie y un bruto policía. Kashyap ya estuvo antes en ‘La Quincena’ como director con Gangs of Wasseypur y Ugly.

Por José Luis Rebordinos

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