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10 directores que todo cineasiático debería conocer

06/08/2012

Puede que en sus respectivos países de origen en Asia arrasen en la taquilla y sean reconocidos por el público y la crítica, pero hay una serie de directores que, normalmente, por realizar cine alejado de los cánones de los grandes festivales internacionales, son ignorados casi por completo en Occidente. Sus películas no se proyectan en los certámenes más importantes como Berlín, Venecia o Cannes, por entenderse que sean más comerciales y ligeras, o simplemente porque su estilo no conecta con la programación, pero la mayoría de ellos son más conocidos y exitosos en Asia que algunos de los nombres de directores que en Occidente conocemos (sin ir más lejos podríamos hablar del mismísimo Kim Ki-duk o del asiduo a festivales Hong Sang-soo). Algunos de estos realizadores, para quien suscribe esto, hasta sobresalen artísticamente sobre otros grandes directores, digamos, más festivaleros.

Por ello, desde CineAsia, queremos invitaros a que conozcáis, haciendo un repaso a su carrera, a algunos de esos directores que, no necesariamente son ni los mejores ni los más comerciales, pero sí son nombres a reivindicar y que no deberían pasar desapercibidos a los fans del cine asiático.

TAIWÁN-CHINA-HONG KONG

Doze Niu

El actor, director, presentador, guionista y productor taiwanés Doze Niu lleva desde niño en la industria del cine. Comenzó a trabajar como actor a los 9 años de edad y en 2002 creó su propia productora (Red Bean Production Co) con la que realizó diversos proyectos para la televisión. Pero donde se ha hecho realmente un nombre es en el cine con sus últimas dos películas como director, por las que ha recibido diversos premios.

Doze Niu ha tenido una vida personal muy difícil, con depresiones, problemas con la mafia y enfermedades terminales familiares, por lo que muchos opinan que su primera película como director, What on Earth Have I Done Wrong? (2007), película con la que obtuvo diversos premios, le sirvió de terapia, ya que es una película semi-autobiográfica.

A esta cinta le siguió un segmento del ómnibus Taipei 24H (2009), pero realmente fue con Monga (2010), su siguiente película, donde pudo volver a mostrar su forma única y artística de dirigir y narrar, con la que consiguió su mayor éxito en taquilla y crítica. Monga se convirtió en una de las películas más taquilleras de la historia de la cinematografía taiwanesa, junto a Cape Nº7 (2008) de Wei Te-Sheng, director que hace un año podría haber sido incorporado en esta lista, pero que gracias a su última gran y exitosa película, Warriors of the Rainbow (2011), parece comenzar a obtener el reconocimiento de Occidente.

El último trabajo de Doze Niu, una película romántica en la que diversos personajes se entrecruzan con un magnífico reparto, Love (2011), también funcionó de manera estupenda en taquilla.

Ning Hao

Aunque el primer film de Ning Hao fue Mongolian Ping Pong (de hecho, su único film editado en nuestro país), una cinta muy del estilo de los festivales europeos, pronto se convirtió en la gran esperanza del cine comercial chino gracias a su cambio a un estilo hiperdinámico, con producciones llenas de diálogos divertidos y situaciones rocambolescas en las que se entrecruzaban multitud de personajes. Con Crazy Stone (2006) y Crazy Racer (2009) el director se ganaba el apodo del «Guy Ritchi chino» y llenaba las salas, manteniendo las buenas críticas. No tuvo tanta suerte (de hecho, ninguna) con su siguiente proyecto, una especie de western moderno sobre la especulación inmobiliaria, No Man’s  Land, que no gustó nada al comité censor que no le dio el sello de «aprobado», con lo que la película se quedó en un cajón para los restos.

Mucho mejor le ha ido con su nuevo film, una especie de Malditos Bastardos en la China de los años 30 invadida por Japón: Guns and Roses, en la que vuelve a ese estilo visualmente anfetamínico y al tono coral, aunque con algunos elementos demasiado complacientes para el querido comité. Siempre con el humor negro al límite, sacando punta a referencias de la cultura popular, su cine es toda una ración energizante.

Otros

Antes de pasar a los directores surcoreanos queremos comentar que podríamos haber nombrado a directores de Hong Kong, pero creemos que este es un caso aparte, ya que parte del cine comercial de HK sí ha tenido en los últimos años un hueco en los grandes festivales. Son películas altamente valoradas, incluso artísticamente, gracias ante todo por su estilo y producción, y aunque es verdad que aquí en España no nos ha llegado todavía ninguna cinta de, por ejemplo, directores como Dante Lam o muy poco de Wilson Yip o Andrew Lau, creemos que son directores lo suficientemente reconocidos en Occidente como para incluirlos en este reportaje.

COREA DEL SUR

Kang Woo-suk

De Corea empezamos no precisamente por el mejor director de los que vayamos hablar en este especial, pero sí el más taquillero de su país, con hasta cuatro de sus películas entre las cincuenta más taquilleras de la historia: Silmido (2003), Public Enemy Return (2008), Another Public Enemy (2005) y Hanbando (2006), por este orden, aunque tampoco hay que olvidar que es el responsable de otras películas de éxito que además marcaron época como Two Cops (1993) y su secuela de 1996. Durante siete años consecutivos (de 1998 al 2004) Kang Woo-Suk estuvo en la lista de la revista de cine surcoreana Cine21 entre los 50 hombres más poderosos del cine surcoreano (y aún sigue entrando en ella), y es que, además de dirigir grandes éxitos de taquilla, también es productor de algunos de ellos como The Divine Weapon de Kim Yoo-jin. Después del éxito de Two Cops, fundó la compañía de producción y distribución Cinema Service, que se ha convertido en uno de los más grandes estudios cinematográficos del país, con una gran cosecha propia de cine.

A menudo se le acusa de realizar ‘simplemente’ películas comerciales, o no tener estilo propio, de no tener valor artístico, pero la reciente Moss (2010), película con la que pudo adentrarse en el mundillo festivalero, o el drama deportivo Glove (2011), con la que también triunfo en taquilla, nos demuestra que no sólo es un buen director de acción y comedia, sino de historias con más profundidad que puede rodar con otro estilo. Su próximo trabajo, basado en un webcomic de Lee Jong-gyu, Legend Punch, trata sobre un grupo de personas normales que combatirá en un show televisivo de lucha para hacerse con el premio de 20 millones de wons y llegará a los cines en el 2013 para seguramente convertirse en otro gran éxito.

Yun Je-gyun

Las sagas My Boss, my Hero (2001) y Sex Is Zero (2002), dos de las comedias más emblemáticas de la cinematografía actual surcoreana, son las responsables de que Yun Je-gyun entre en este especial. Si a éstas le añadimos el mega-éxito de Haundae (2009), la cuarta película más taquillera de la historia de Corea del Sur y la primera película de catástrofes del país, este director no podía faltar. Miracle on 1st Street (2006) y Romantic Warrior (2003) completan su filmografía como director, un realizador de actores y comedias gamberras, algo escatológicas y subidas de tono, que drásticamente cambian al drama, con perdedores como protagonistas,que por hechos trágicos cambian y se convierten en los héroes de la historia.

Yun Je-gyun también se ha pasado a la producción y con el estudio JK Films ha distribuido y producido películas de gran éxito como Quick (2011) y Dancing Queen (2012), aunque también decepciones como Sector 7 (2011). El propio director reconoce sus limitaciones artísticas pero no su visión de negocio y éxito, y quiere realizar películas surcoreanas que puedan competir con Hollywood, algo de lo que se enorgullece de poder hacer y bien.

Su próxima película como guionista y productor es Mr. K, una película de espías con el taquillero actor Seol Kyeong-gu como protagonista interpretando a un agente secreto que debe resolver un caso con el que el destino de la nación está en peligro, mientras intenta no revelar su identidad a su prometida, interpretada por Moon So-ri. Daniel Henney será el villano de la función en un film que comenzó estando dirigido por Lee Myeong-se, pero que después de diferencias creativas y algunos problemas más, pasó en pleno rodaje a manos de Lee Seung-joon, asistente del director en Quick que se estrenará en la dirección con esta película.

Lee Jun-ik

El polifacético Lee Jun-ik es nuestro siguiente director a comentar, y cuenta con el honor de tener en el número dos de las películas más taquilleras de la historia de Corea del Sur, sólo por detrás de The Host de Bong Joon-ho, a su película más reconocida (esta sí, incluso internacionalmente): The King and the Clown (2005). Al director se le acusa de hacer películas mayoritariamente orientadas al público masculino, y de no haber centrado su carrera en proyectos «más serios»; el ejemplo más claro es que después de la galardonada The King and the Clown optó por realizar películas más ligeras, pero igualmente de éxito, como Radio Star (2006) o Happy Life (2007), películas muy nostálgicas que giran alrededor del mundo de la música.

Lee Joon-ik es mayoritariamente conocido por sus películas divertidas y creativas que ha filmado sobre la base de su lema, «la diversión aumenta la productividad», y se caracteriza por presentarnos con gran sensibilidad personajes que están hastiados de sus vidas. Unos personajes que poco a poco van encontrando su camino: algo cambia sus vidas, que aceptan con mayor resignación, a lo que hay que sumar algo de ideología política y de filosofía.

Aunque debutó con la película Kid Cop (2003), fue con la siguiente Once Upon a Time in a Battlefield (2003) con la que disfrutó de su primer éxito y que tuvo una secuela el año pasado llamada Battlefield Heroes que fue un relativo fracaso comercial. Esto, unido a que sus anteriores películas, You Are in a Far Away Nation (Sunny, 2008) y Blades of Blood (2010), tampoco fueron el éxito esperado, ha hecho que este director se replanteara su carrera, y ya ha anunciado que deja el cine comercial para centrarse en el mundo de la producción, el cine más independiente y la enseñanza y apoyo a futuros directores.

Choi Dong-hun

Nuestro director favorito surcoreano de este listado es Choi Dong-hun, que tiene el privilegio de contar con tres películas dentro del listado de las películas más taquilleras de la historia de Corea del Sur,  Tazza (2006), Woochi (2009) y The Thieves (2012).

Se convirtió en director estrella y uno de los más reputados de Corea del Sur gracias a su éxito The Big Swindle (2004), y posteriormente Tazza: The High Rollers (su película más taquillera hasta esta semana), aunque es Woochi, seguramente su trabajo más mainstream y el más alejado de sus anteriores films (aunque comparte algunos elementos con ellos), por la cual se le ha conocido internacionalmente y también por la que sus fans más aférrimos le criticaron. El propio director confiesa que sin esta película no hubiera existido su cuarta película que se acaba de estrenar este verano, The Thieves, su mayor producción en cuanto a presupuesto, ambiciones, expectativas y estrellas tanto surcoreanas como de Hong Kong, que viene para romper las taquillas, pues en tan solo 2 semanas en cartel (a fecha de escritura de este artículo) lleva ya, ni más ni menos, que 7 millones de espectadores.

Aunque no quiere limitarse a un tipo de cine y película, y quiere experimentar con muchos géneros, por el momento estamos ante un director de personajes y actores; sus películas son todo un espectáculo que funciona gracias a su dirección y a la química y camaradería de los actores. Películas sobre ladrones y estafadores, no sólo divertidas sino de gran calidad artística.

Otros

El listado se podría ampliar con un sin fin de autores surcoreanos más, pero nosotros hemos querido, al menos, destacar estos nombres:

Kang Hyung-chul, que con sólo dos comedias en su currículum, Sunny (2011) y Speedy Scandal (2008), ya se ha ganado el puesto. Kwak Kyung-taek cuya película de Friend (2001), estuvo durante años en el puesto número uno de los films más taquilleros, a la que le siguieron otros tantos films suyos como Typhoon (2005). También directores que comenzaron sagas cinematográficas de gran éxito como Jo Jin-gyu y su My Wife Is a Gangster (2001) o Jung Seung-hoon y su Marrying the Mafia (2002), o acabar hablando de los nuevos reyes de la taquilla surcoreana como son Jang Hun (Secret Reunion, 2010), Kim Ji-hun (May 18, 2007) o Lee Suk-hoon (Dancing Queen, 2012).

JAPÓN

Koki Mitani

Director, actor, dramaturgo y guionista, Koki Mitani es uno de los directores japoneses con más prestigio en su país, así como uno de los más taquilleros, tal como demuestran los resultados de sus obras más recientes, Uchoten Hoteru (2006), The Magic Hour (2008) y la reciente Once in a Blue Moon (2011). Sus trabajos cinematográficos son comedias clásicas de enredos y equívocos con un cierto aire teatral, con un reparto coral repleto de rostros conocidos, y en los que destacan en especial sus ingeniosos guiones y sus mordaces y rápidos diálogos.

Su nuevo proyecto, Kiyosu Kaigi, que tiene previsto su estreno para el otoño del año que viene, es un film histórico en el que, sin olvidar su particular sentido del humor, se centrará en la reunión de jefes de clanes en busca del poder de Edo. Aunque no cuenta aún con el reparto definitivo, gran parte de las estrellas japonesas de cine están deseando aparecer en los films del director, con lo que seguro no será ésta la excepción.

Shinobu Yaguchi

De la nueva oleada de cineastas japoneses que surgió hace unos años, destaca Shinobu Yaguchi, un director con un inusual sentido del humor, más centrado en gags absurdos e hilarantes, que realiza películas muy ligeras y agradables. Sin embargo, no por ello les falta profundidad, en especial en el desarrollo y relaciones de los personajes, o calidad artística, gracias siempre a sus guiones originales y frescos, y a sus diálogos.

Yaguchi es conocido sobretodo por sus películas Water Boys (2001) y Swing Girls (2004), pero es probablemente su película más reciente Robo G (2011) la más taquillera de su carrera, junto a Adrenaline Drive (1999). My Secret Cache (1997) y Happy Flight (2008), son otras comedias deliciosas destacables de este director.

Yoshihiro Nakamura

Sin duda, el director más polifacético e inclasificable de los que estamos comentando. Nakamura es capaz de realizar películas tan personales como Fish Story (2009), quizá su película más conocida internacionalmente junto a su película de terror The Booth (2005), como cintas más comerciales como The Glory of Team Batista (2008), posiblemente su película más exitosa, de la cual no podemos distinguir ningún “tic” del director, o Golden Slumber (2010) en la que sí podemos ver algunos de sus temas más recurrentes.

Con dos películas por año en algunas temporadas, que le sirven para compaginar cine de encargo más comercial, con cine más personal, este director y guionista ha pasado por todos los géneros, rodando thrillers, comedias, terror, dramas… Aunque sus películas son catalogadas como un puro y simple entretenimiento, en la mayoría de ellas ha sabido darles un toque de calidad único, por lo que destaca su disparidad y su difícil clasificación. Nakamura sabe diferenciarse y salirse de lo establecido por medio de las interrelaciones de personajes muy distintos, incluso en los films más convencionales.

Curiosamente sus mejores películas son adaptaciones de novelas de Kotaro Isaka, The Foreign Duck, the Native Duck and God (2007), Fish Story, Golden Slumber, y la recién estrenada en Japón Potechi (2012).

Yoshihiro Nakamura ya tiene en marcha dos nuevos films, en los que seguir desgranando esas historias un tanto freaks a las que nos tiene acostumbrados en su magnífica filmografía.

Takashi Yamazaki

Antes de debutar en la dirección en el 2000 con Juvenile, Takashi Yamazaki estuvo trabajando en la vanguardia de los efectos visuales como técnico durante años (es responsable de los efectos especiales de películas como K20 de 2008 y videojuegos como Onimusha 3). Fan confeso de Star Wars, siguió con la ciencia ficción y el cine de efectos especiales para su siguiente film, Returner (2002), que nunca  abandonó del todo como demuestra uno de sus trabajos más recientes, el live action del clásico de la animación Space Battleship Yamato (2010).

El director no quiso encasillarse y su siguiente film, la adaptación de un reconocido y longevo manga de Ryohei Saigon, un drama costumbrista, conmovedor y nostálgico sobre los vecinos de un barrio de Tokio de la posguerra, le salió redondo: Always-Sunset on Third Street (2005) y sus dos posteriores secuelas, han sido hasta el momento su mayor éxito de crítica y taquilla.

Amante de las películas de samuráis, se las apañó para adaptar a imagen real la película Shin Chan: el Pequeño Samurai en Ballad (2009), y el año pasado se pasó a la animación con la cinta Friends: Naki on Monster Island, la primera película de animación CG japonesa en 3D (que distribuirá Selecta Visión aquí en España).

Otros

De nuevo, podríamos haber realizado otra elección y escoger a directores como Yukihiko Tsutsumi responsable de la trilogía 20th Century Boys (2008-2009), o Nobuhiro Doi especialista en dramas románticos como Be with You (2004), que no sólo triunfan en el cine sino también en la televisión. O directores de renombre que han alcanzado el éxito con una película, pero no han conseguido repetir el éxito después como Isao Yukisada, que tiene en su haber una de las películas más taquilleras de la historia del Japón, Crying out Love in the Center of the World (2004). Shinsuke Sato director de Gantz (2011) y su secuela, y Hideki Takeuchi director de la reciente Thermae Romae (2012) o de las dos cintas de Nodame Cantabile (2009-2010), podrían ser el futuro de la industria cinematográfica comercial japonesa, pero habrá que ver si sus éxitos se basan simplemente en que han adaptado mangas de gran éxito o son debido a méritos propios.

Directores de sagas como Hiroshi Nishitani (Amalfi 2009, Andalucia 2012), Eiichiro Hasumi (saga Umizaru 2004-2012), Yuichiro Hirakawa (Rookies 2009) o Katsuyuki Motohiro (saga Bayside Shakedown 1998-2012) son más taquilleros y menos reconocidos que los directores japoneses ya comentados, pero al tratarse de directores de sagas, adaptaciones o continuaciones de series de televisión, no hemos visto justo incluirlos.

Y aquí acaba nuestro larguísimo reportaje sobre directores a reivindicar, o simplemente tener en cuenta, tanto por su reconocimiento por la crítica como por su éxito comercial, pero que son ignorados o desconocidos por el público de Occidente. Seguro que nos hemos dejado algunos en el tintero, por ello os animamos que comentéis el artículo y nos digáis vuestros propios directores a reivindicar.

Por nuestros colaboradores Patricia Obiol y Víctor Muñoz (El Pozo de Sadako)

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